Belén Rueda se somete a una operación que le ha cambiado la vida: "No sabéis lo que era"

Belén Rueda ha pasado por quirófano para corregir una anomalía que le detectaron hace doce años. “Siempre he disfrutado de una buena vista y he sido consciente de la importancia de tener una buena salud mental”, interpretar a múltiples personajes con problemas de visión ha concienciado a la actriz sobre la importancia de tener una buena salud visual.

Su propia realidad, sin embargo, cambió a partir de los 45, cuando decidió ir al oftalmólogo tras percatarse de que su falta de visión estaba afectándola a la hora de trabajar. “Empecé a notar problemas para leer los guiones, entonces fue cuando me detectaron la presbicia y tuve que empezar a llevar gafas”, explica Belén en un post, donde asegura que “no te das cuenta de lo que supone” tener este defecto refractivo hasta que lo padeces.

“Todo se complica”, en palabras de la intérprete, cuando alejas los objetos para verlos mejor, cuando tienes que preparar guiones sin poder tener gafas o tienes que ensayar con las gafas de otros. “Hasta que por fin he decidido operarme”, tomaba la decisión de ponerse en mano de profesionales para volver a ver con nitidez sin ayuda de anteojos. “¡Pronto conoceréis más detalles de la operación que me ha cambiado la vida!”, está dispuesta a contar cómo ha sido su experiencia en su perfil de Instagram, donde acumula más de 180 mil seguidores.

¿Cómo se puede corregir la presbicia?

La presbicia o vista cansada suele aparecer con el paso de los años, ya que está asociada al proceso natural del envejecimiento de ojo. El músculo ciliar del ojo, encargado de acomodar el cristalino para enfocar los objetos que están más cerca, se debilita y pierde elasticidad. Esto hace que aparezcan los problemas para ver de cerca, siendo recomendable pasar por quirófano para solventar este trastorno entre los 50 y 55 años.

Hay dos tipos de tratamientos quirúrgicos para solventar la presbicia: cirugía láser o a través de la implantación de una lente intraocular. En el primero de los casos, se corregiría la curvatura de la córnea que produce los problemas de visión con ayudar del láser. En el segundo, se retira el cristalino y se sustituye por una lente intraocular que resuelve definitivamente el problema. En ambos casos se obtienen los resultados esperados, pero para tener las mayores garantías de éxito es importante contar con un buen equipo de profesionales que escoja la técnica más adecuada.