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El doloroso relato de Ana Peleteiro tras perder y enterrar a su bebé junto a sus padres y Lúa: "Duelo horrible"

Ana Peleteiro a través de su red social
Ana Peleteiro a través de su red socialFotomontaje con imágenes de Instagram @apeleteirob
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Hace unas semanas, Ana Peleteiro anunciaba con dolor la pérdida del que habría sido su segundo hijo en común con su pareja, el también atleta Benjamin Compaoré. Juntos ya forman una familia junto a la hija que tienen en común, Lúa, y los hijos del deportista. Ahora, tras unos días de silencio, la atleta ha decidido contar el proceso completo de esta dura experiencia en un vídeo de 16 minutos publicado en sus redes sociales, donde se muestra profundamente sincera, vulnerable y empática con todas las mujeres que hayan pasado o puedan pasar por una situación similar.

La casa de Ana Peleteiro en Galicia
La casa de Ana Peleteiro en Galicia
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El proceso de la pérdida del bebé de Ana Peleteiro

Ana comienza el vídeo pidiendo respeto y explicando que su única intención es “acompañar a otras mujeres que estén atravesando un proceso de duelo similar”. La atleta cuenta que perdió a su bebé en la semana 9+4 de gestación. Gracias a que llevaba el embarazo por vía privada y pública, pudo detectarse a tiempo que el corazón del feto había dejado de latir. “Si no llego a ir a la consulta con mi ginecóloga, no me habría enterado hasta la ecografía de la semana 12”, explica. Esa visita anticipada evitó casi tres semanas de incertidumbre.

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Aunque no tuvo síntomas claros, ya que "no tuve sangrado, no manché en ningún momento ni de repente de un día para otro sentí como unos síntomas malos ni muchísimo menos", días después pudo relacionar señales con la pérdida del bebé: dejó de tener aversión al café, ya no sentía la necesidad de tomar zumo por las mañanas y tuvo un fuerte dolor de cabeza. “Yo pensaba que era porque ya estaba saliendo del primer trimestre y me empezaba a encontrar mejor, pero no. Era porque mi bebé había fallecido”.

El impacto emocional del diagnóstico fue enorme, aunque su ginecóloga le transmitió la noticia con mucha delicadeza. “Mi reacción no fue ni llorar. Me quedé en shock”. A partir de ahí, se le presentaron tres opciones médicas para abordar el aborto: medicación con 'Citotec', someterse a un legrado o acudir a planificación familiar. Finalmente optó por la medicación en casa. “Fue una decisión difícil, pero me ayudó a cerrar el proceso más rápido”, cuenta.

Describe con crudeza y ternura el momento de la expulsión: “A las 10 de la noche expulsé lo que es la placenta. Pensaba que era el bebé y ahí hice mi duelo”. Al día siguiente, tras fuertes contracciones, expulsó el feto completo. “Lo conseguimos recoger,  pasé como un momento de hablar mucho con mi bebé pero dos horas más tarde tuvimos la suerte de poder enterrarlo junto con mis padres. Eso me ayudó muchísimo pero fue un duelo horrible”. Ana también quiso destacar la importancia del acompañamiento emocional. “El mismo día hablé con mi terapeuta. Fue lo más curativo que pude hacer”. Afirma no sentir culpa. “Mi cuerpo actuó bien. Mi bebé no venía sano. Todo pasa por algo”.

Así fue el vídeo donde comunicó la pérdida

El anuncio de la pérdida del embarazo llegó hace unas semanas a través de un emotivo vídeo que publicó en Instagram. En él, Ana compartió con serenidad lo ocurrido: “Chicos, lo siento mucho, pero a pesar de llevar un crecimiento normal, no tenemos latido…”, contaba, reproduciendo las palabras que le dijeron en la consulta.

Optaron por vivir el proceso de forma natural, en casa, sin necesidad de hospitalización. “Ha ido todo muy bien, he podido terminar el proceso super rápido y quiero transmitiros que estoy bien y sana”, dijo entonces, intentando tranquilizar a sus seguidores y dar visibilidad a una experiencia que, como ella misma afirma, “aún sigue siendo tabú”. También aprovechó para agradecer la atención de su ginecóloga, “que me explicó todo con muchísimo cariño”, y el apoyo de su entorno más cercano.