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El mensaje de agradecimiento de Ana Peleteiro a sus padres tras sufrir un aborto: "Me apoyaron para luchar "

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Ana Peleteiro, en una fotografía de archivoInstagram @apeleteirob
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Ana Peleteiro ha atravesado unas semanas muy intensas. La atleta gallega y su marido, el también deportista Benjamin Compaoré, anunciaron hace un mes que esperaban su segundo hijo en común. Sin embargo, poco después, compartieron la dolorosa noticia de que habían perdido al bebé en la semana 9+4 de gestación. Un revés que la deportista decidió hacer público, y que ha afrontado con serenidad, pese a que no han faltado críticas hacia su forma de gestionar el duelo. Ahora, lejos de polemizar, ha aprovechado el momento para rendir un homenaje muy especial a sus padres, con quienes mantiene una relación fundamental en su vida.

La casa de Ana Peleteiro en Galicia
La casa de Ana Peleteiro en Galicia
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El mensaje de agradecimiento de Ana Peleteiro a sus padres

En una publicación en redes sociales, Ana Peleteiro ha compartido varias imágenes que recorren su trayectoria: desde sus primeros pasos en el atletismo cuando era una niña, hasta competiciones internacionales en la actualidad. Junto a las fotos, la deportista ha escrito un mensaje dirigido a sus padres: “Gracias a mis papás que aunque durante toda mi infancia fueron muy exigentes con los estudios, siempre se focalizaron en fortalecer mis virtudes y me apoyaron para luchar por mis sueños”.

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Unas palabras que reflejan el papel clave que han tenido en su desarrollo personal y profesional. En el carrusel de imágenes se la puede ver con uniforme escolar, en sus primeras competiciones locales y en momentos de gran relevancia en su carrera deportiva, como la consecución de medallas y su participación en campeonatos internacionales como los Juegos Olímpicos.

Los padres adoptivos de Ana Peleteiro

Ana Peleteiro nació en Ribeira, A Coruña, y fue adoptada poco después de nacer. Su madre biológica, que tenía 18 años en el momento del parto, la entregó a los servicios de menores y expresó su deseo de que nadie de su familia la adoptara. Antes de encontrar un hogar definitivo, la primera familia que la acogió la rechazó por su color de piel. Finalmente, llegó a la que hoy considera su familia, un matrimonio que llevaba años intentando tener hijos.

Desde pequeña, Ana supo que era adoptada, pero no conoció todos los detalles hasta 2016, cuando su madre adoptiva le contó la historia completa. La atleta ha explicado en varias ocasiones que no busca encontrar a su familia biológica, aunque sí le gustaría viajar a África para conocer más sobre sus orígenes. Pese a la dureza de la historia, ha destacado que creció feliz y con el respaldo incondicional de sus padres adoptivos, a quienes atribuye gran parte de su éxito dentro y fuera de las pistas.