Pastora Soler, en exclusiva, hace balance once años después del pánico escénico por el que se desmayó: "Reseteo y ayuda terapéutica"

Hablamos en exclusiva con Pastora Soler tras salir a la luz 'Cuando se apagan las luces aparecen las estrellas', un libro en el que hace balance de sus treinta años en la música y se sincera sobre su vida personal
La artista es madre de Estrella y Vega, dos niñas que preferiría que "no se dedicasen a la música"
Pastora Soler celebra treinta años en la música y se encuentra en un momento de "plenitud artística y madurez personal". Empezó en la industria musical cuando tenía ocho años y, "aunque no todo es bonito", siempre ha compartido las cosas buenas "y las menos buenas". A sus 47 años, la artista ha querido hacer "balance" de su vida en 'Cuando se apagan las luces aparecen las estrellas', un libro con el que quiere conseguir que su público la conozca "más como persona". "Si alguien puede coger ese ejemplo y le puede ayudar en su vida, en realizar sus sueños, al final es una niña que empieza con una vocación. Quizá ese sea el objetivo, a parte de contar mi historia, ayudar un poquito", nos ha explicado en esta entrevista exclusiva.
Aunque en los discos hay mucho de ella personalmente, en este libro habla "de manera muy directa y con mucha verdad". "Todo está muy pensado, sopesado y está el compartir lo que soy, no hay nada de lo que yo me pueda ruborizar. Todo lo contrario. Sentirme orgullosa de todo mi camino y el intentar que llegue a la gente que le puede ayudar en algún momento de la vida", explica tras abrirse en canal en sus páginas.
Aunque sus padres la protegían "mucho" y ella era la única niña de la familia y la pequeña de tres hermanos, Pastora Soler considera que no se debe "empezar tan joven" en la industria musical. "A esas edades hay que vivir lo que tienes que vivir en ese momento. Los niños en el colegio o en el instituto cada vez tienen más exigencias y creo que el compaginarlo con una vida pública a edades tan tempranas, no toca vivir eso. No estás formado para estar en un mundo tan competitivo. Hoy todavía con las redes sociales se está más expuesto y hay que forjar mucho una personalidad antes de lanzarte a la vida pública", comenta desde otro punto, ahora que es madre de dos niñas, de diez y cinco años.
La artista considera que tiene "una familia muy generosa" y que este libro lo ha escrito para hacer balance y dejárselo de recuerdo a sus hijas. "Quiero que entiendan lo que es la vida y que para realizar tu sueño y para dedicarte a tu vocación, hay que pasar mucho. Momentos de caída a los que te tienes que anteponer", explica. Pero las confesiones que han en sus páginas también han sido una sorpresa para su madre y para su marido, que hasta su publicación no sabían lo que contenía. "Tienes miedo por lo que les pueda parecer. Me importa mucho su opinión. Hablo mucho de ellos y de lo que me han inculcado. Hay cosas buenas y menos buenas. Mi madre lo ha disfrutado mucho porque es mi camino. Hay cosas que no sabía, de mis amoríos, y me encanta que al final sea bonito. Mi marido también lo ha descubierto todo ahora. Hay una parte que tienen recelo de que comparta mi vida abiertamente", nos ha contado en esta charla.
El desmayo provocado por el miedo escénico que sufrió en 2014
Uno de los episodios de los que habla en su libro es del desmayo que sufrió en pleno concierto en 2014, provocado por el pánico escénico que la obligó a retirarse temporalmente de los escenarios. Desde entonces ha tenido "muchos años de reseteo y de ayuda terapéutica", pero no ha querido desprenderse de todo lo que le hizo caer entonces porque son cosas que la ayudan a "seguir construyendo desde la calma y el equilibrio".
Cuando se retiró no pensaba en volver, eso fue lo que la liberó y le hizo "ser feliz". "No había ningún tipo depresión. Iba a terapia, hice logopedia sin ninguna pretensión. El quedarme embarazada fue el primer paso para conectar conmigo misma y tener ese camino gradual a la curación. Cuando tienes un hijo dejas de prestarte atención y todo es por esa persona. Eso vino de manera muy natural", cuenta la artista, que a lo largo de estos años ha vuelto a tener "avisos" por parte de su cuerpo y ha tenido que parar y cuidarse. "Fue una cosa puntual, pero se puede desarrollar de nuevo una enfermedad. Gracias a Dios no ha vuelto a aparecer", nos explicaba sobre una complicación de la amigdalitis que sufrió hace unos meses.
La maternidad y la manera de criar y educar a sus hijas, junto a su marido Francis
La maternidad para la artista ha sido "uno de los pasos más decisivos y difíciles" que ha dado en su vida. Ella lo ha vivido como "un cúmulo de superaciones" que llegan cuando eres madre y que se van "complicando cada vez más" según van creciendo sus hijas. "Soy madre de dos niñas, me preocupa su educación y los pasos que tienen que dar en la sociedad", dice la artista. Desde que volvió a la música (hace ya ocho años), Pastora considera que su prioridad es ser madre porque también están "en edades e las que necesitan la figura de su madre y de su padre". "Mi marido se dedica a estar fuera de casa y tenemos que estar encima de ellos. Es muy difícil desde que empiezas ya y se va complicando más", añade.

Lo que ella vivió siendo menor le ha servido ahora para querer tener "mucha comunicación" con sus hijas y ser "muy amiga" de ellas. "En mi casa no se hablaba de nada y eso era un error, la comunicación con ellas va a ser otra. Mi marido y yo estamos en la misma onda, pero él no ha tenido todo ese control, no ha vivido esa experiencia, hablamos muchísimo de cómo lo vamos a hacer, pero tenemos que ir los dos a una", nos cuenta.
Los cuidados físicos y los ataques que recibió por parte de su exmanager
Siempre le ha preocupado su imagen porque en esta industria también tiene importancia y ha sido "muy presumida", pero siempre ha tenido claro en su vida que ella es cantante y le preocupa esto de sus hijas. "Intento que ellas también lo tengan claro ahora que empiezan con edades difíciles. Hoy en día, esas exigencias que yo tenia por parte de una persona, te lo impone la sociedad por parte de las redes sociales. Las niñas cada vez a edades más tempranas están con rituales de belleza. Si tienes la naturaleza de cuidarte y estar bien, siempre ha sido importante en momentos cruciales que he podido peligrar he sido fuerte y sigo con los rituales que siempre me han acompañado", explicaba.

Dentro de esos rituales está el deporte y la buena alimentación. "Te hace sentir bien y das lo mejor de ti. Siempre ha sido importante pero sin entrar en detalles de estar más guapa o más fea. Con lo que yo he vivido no me ha marcado, pero me duele más lo que se puede vivir ahora", asegura.
Para terminar, Pastora Soler nos ha confesado que se encuentra en un momento de conocerse, saber lo que quiere y "disfrutar de todo": "Pienso seguir y seguir viviendo, no solo objetivos profesionales, es seguir".
