Aunque parezca mentira, Angelina Jolie no siempre ha sido esa especie de Madre Teresa ‘made in Hollywood’ que se recorre el mundo adoptando niños, reconstruyendo aldeas y financiando proyectos humanitarios. Durante los años 90, Angelina era una joven promesa del cine que vivía al límite de todo.
La actriz ha concedido una entrevista al programa de televisión ’60 minutes’ de la CBS americana y ha hablado sin tapujos de sus locuras de juventud. Y es que antes de convertirse en la respetabilísima señora de Pitt que es hoy en día, Angelina era una joven casquivana que lo mismo llevaba al cuello un frasco con sangre , Billy Bob Thorton; que hacía apología del incesto morreándose con su propio hermano . Su padre, el actor Jon Voight, llegó a decir en los medios que su hija necesitaba ayuda.
“Tengo suerte de no haberme muerto”, declara la actriz. : “Hay otros artistas y personas que no han sobrevivido a ciertas cosas...”. La actriz no quiere entrar en detalles pero responde “de las cosas que la gente puede imaginar que hice… hice las peores”. Aquellos años tuvieron que ser de traca y es que la actriz vuelve a asegurar “hubo demasiados momentos en los que me pasé de la raya”. Hoy en día, Angelina es una esposa ejemplar y madre de una prole de seis churumbeles.
La oscarizada actriz, de 36 años, asegura que ese lado salvaje sigue vivo pero que lo guarda para los momentos de intimidad con su marido, Brad Pitt. "Soy todavía una chica mala", mantiene. "Todavía conservo esa parte de mí... pertenece a Brad y a nuestras aventuras", afirma con picardía.
Según desveló una biografía de la actriz publicada el pasado año, Angelina vivió en sus años de desenfreno un tórrido romance con el líder de los Rolling Stones, cuando ella estaba casada con Jonny Lee Miller y él con Jerry Hall. El primer encuentro fue en 1997, cuando ella protagonizó el videoclip de la canción 'Anybody seen my baby?' de Sus Satánicas Majestades. El romance tuvo una segunda parte seis años después, según el libro.