Piel

Rita Sêco, doctora, explica si es seguro usar el protector solar del año pasado

Una chica echándose crema solar y la doctora Rita Seco
Mujer aplicándose protector solar en la espaldaFreepik
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Las vacaciones están a la vuelta de la esquina y a más de uno y a más de una se le ha pasado por la cabeza rescatar del fondo del cajón ese bote de protector solar que sobró del año anterior. Casi lleno, sin cambios visibles en su textura ni olor extraño, parece estar en perfectas condiciones. Pero, ¿es seguro seguir usándolo? La respuesta corta es: depende. La larga, según advierten los expertos, tiene que ver con la fecha de caducidad, pero también con algo que muchas veces pasamos por alto: el modo en el que se ha conservado.

“Los protectores solares tienen fecha de caducidad y es importante respetarla. Después de esta fecha, no se garantiza que los protectores solares sigan siendo igual de eficaces”, explica la doctora Rita Sêco, especialista en medicina estética. Y añade: “La protección solar es uno de los pilares de la prevención del envejecimiento de la piel y, lo que es más importante, de la protección contra los daños solares, incluido el riesgo de cáncer. Mi recomendación es invertir en protección solar todos los años, tu piel se lo merece”.

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Caducidad, sí, pero también que esté bien convervado

Los envases de fotoprotectores suelen incluir un símbolo de un tarro abierto con una cifra y una M (de “meses”), que indica el tiempo durante el cual el producto mantiene su eficacia una vez abierto. Lo más habitual es encontrar un 12M, es decir, un año desde su apertura. Pero no basta con que esté dentro de ese plazo para que su uso siga siendo seguro.

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“Incluso dentro de la fecha de caducidad, hay otro factor crucial: la forma en que se ha almacenado el producto”, subraya la doctora Sêco. Un fotoprotector que ha pasado el verano en el coche, que ha estado expuesto a altas temperaturas, que ha hecho excursiones a la playa o que ha vivido en la repisa del baño, probablemente ha perdido parte de su efectividad, aunque el envase indique que sigue vigente. La exposición al calor, la humedad y la luz solar directa puede alterar su composición, desestabilizar los filtros y, en consecuencia, comprometer su acción protectora.

Chica echándose crema solar

Además, el contacto repetido del protector solar con la piel o con las manos también puede favorecer la contaminación del contenido, sobre todo en envases en tarro o sin sistema airless. No todo es tan bonito como lo pintan.

¿Qué te puede pasar si usas un SPF caducado?

Si te arriesgas, que sepas que tu piel puede tener una reacción alérgica tras la aplicación y especialmente si te expones al sol. “Si un producto de protección solar se ha deteriorado, en teoría existe un riesgo de alteración química de los ingredientes. Es decir, existe una cierta probabilidad de reacciones o irritación y, por supuesto, los filtros solares ya no serán efectivos. Como resultado, corres el riesgo de sufrir una quemadura solar, un envejecimiento prematuro de la piel, manchas e, incluso, problemas cutáneos más graves”, cuenta farmacéutica Belén Acero, titular de la Farmacia Avenida de América y especialista en dermofarmacia y nutrición.

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