David Fernández Polo, experto en cosmética: "El protector solar ideal para pieles grasas debe tener una textura ligera"
Si tienes la piel grasa, despídete de brillos y de granitos: así es el productor solar que mejor funciona
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Durante años, para quien tenía la piel grasa, ponerse protección solar era un drama: la cara brillante, una sensación pegajosa y, a las pocas horas, un nuevo brote de granitos que acababan por arruinarte cualquier 'look beauty'. Pero esa historia empieza a quedar atrás. Los nuevos protectores solares no solo protegen del sol, también cuidan y equilibran la piel. Y sí, incluso en pleno agosto.
David Fernández Polo, Skincare Education Specialist de Paula’s Choice España, es muy claro al respecto: “Proteger la piel grasa del sol no tiene por qué producir brillos, pesadez ni poros obstruidos. Con la fórmula adecuada, el SPF es un aliado perfecto, ligero y totalmente compatible con este tipo de piel, incluso en los meses más calurosos”. Porque ahora, elegir un protector solar ya no hay que ir dando palos de ciego y probando uno y otro: ahora ya sabrás cómo identificar a un buen protector solar para pieles grasas.
Ligero, con poder matificante y sin efecto máscara
La clave está en la textura. Las fórmulas pesadas o muy untuosas están descartadas. “El protector solar ideal para pieles grasas debe cumplir con 3 requisitos: una textura ligera, de rápida absorción y un acabado mate que ayude a controlar los brillos a lo largo del día”, explica el experto. Y eso se traduce en formatos tipo gel, fluidos ultraligeros o lociones con efecto “segunda piel”.
Pero la textura no lo es todo. El acabado importa. El objetivo es evitar el brillo sin resecar y sin taponar los poros. Por eso, que el producto sea no comedogénico no es opcional. Las pieles grasas necesitan protección, sí, pero también libertad: nada que cree una película que asfixie o sature.
A esto se suma una nueva generación de ingredientes que ya no solo bloquean el sol, sino que también cuidan activamente la piel. Fernández Polo recomienda fijarse en fórmulas que incluyan “hidratantes ligeros como la glicerina, antioxidantes como el té verde y agentes calmantes como el extracto de avena”. Un escudo solar que también hidrata, calma y defiende.
Un buen SPF es imprescindible, pero no es suficiente si lo que se busca es una piel sin brillos, sin poros obstruidos y sin imperfecciones. Para lograrlo, el enfoque debe ser más amplio. “Durante los meses de verano, mantener el uso de ingredientes como el ácido salicílico, que desobstruye los poros, y la niacinamida, que regula el sebo y mejora la textura de la piel, ayuda a mantener una piel uniforme, sana y sin imperfecciones”, añade Fernández Polo.
En cuanto al eterno debate entre filtros minerales y filtros sintéticos, las diferencias ya no son tan marcadas como antes. “En la actualidad, elegir filtros minerales o sintéticos depende más de las preferencias personales que de una norma general. Lo importante es encontrar una fórmula que funcione para tu piel”, apunta.
Y frente a un mito que aún resiste: no, el sol no seca los granitos. Puede que los primeros días parezca que sí, pero la realidad es que deshidrata, genera un efecto rebote de grasa y deja marcas. El resultado es todo lo contrario a lo que las pieles grasas buscan: más granos y peor textura.