Logo de Belleza
Belleza
Piel

Exfoliarse la piel tras las vacaciones de forma correcta: "Es el error más habitual"

Exfoliar después del veranoPexels
Compartir

Para tener una piel radiante, la exfoliación es uno de los pasos necesarios que hay que incluir al menos dos veces por semana en una rutina de belleza completa, en la que no deben faltar ingredientes renovadores, despigmentantes y antioxidantes como el retinol, la vitamina C o los péptidos. Según los expertos en dermocosmética, tras el verano, el ‘peeling’ se convierte en un imprescindible para la piel ya que tras la exposición al sol y a otros agentes, como la sal del mar o el cloro de la piscina, se encuentra deshidratada y apagada, aunque hayas vuelto de las vacaciones con un bonito bronceado que te favorece muchísimo. Eso lo saben mujeres como Nieves Álvarez, que se ha aliado con el exfoliante enzimático que necesita para completar su rutina de skincare.

PUEDE INTERESARTE

Como apunta Marta Morais, farmacéutica y ‘product trainer’ de Babé, “el sol es el principal responsable de la aparición de manchas, arrugas y lesiones cancerígenas, por eso es clave cuidarse durante y después del verano. Ahora es un buen momento para empezar tratamientos transformadores e incorporar antioxidantes, despigmentantes y renovadores”.

Pero la farmacéutica advierte sobre las prisas y aconseja evitar los excesos porque, según apunta, “uno de los fallos más frecuentes es intentar usar todo de golpe, lo que daña la barrera cutánea. Hay que tener paciencia y dejarse asesorar por un farmacéutico o dermatólogo”.

PUEDE INTERESARTE

Para qué sirve la exfoliación

Para entender la importancia de la exfoliación, nos ponemos en manos de Gema Herrerías, farmacéutica y fundadora de gh Gema Herrerías, que la considera un básico la rutina de ‘skin care’: “la exfoliación limpia el poro en profundidad, favorece la hidratación y mejora la textura y el tono de la piel, devolviéndole así toda su luminosidad natural, por eso es clave después del verano y la exposición al sol, cuando la piel suele mostrarse deshidratada, apagada y con tendencia a imperfecciones y manchas. La acumulación de células muertas y el exceso de sebo obstruyen los poros, limitan la luminosidad y reducen la eficacia de los cosméticos que aplicamos después”.

Gema nos explica que existen tres tipos diferentes de exfoliantes: físicos o mecánicos, químicos y enzimáticos. Los primeros, los físicos o mecánicos, eliminan las células muertas con partículas abrasivas y se deben usar únicamente si la piel es resistente, además hay evitar los gránulos grandes en pieles sensibles. Los químicos usan ácidos como alfahidroxiácidos (AHAs), PHA (gluconolactona) o ácido salicílico y son perfectos para manchas, poros dilatados y piel grasa. Finalmente, los enzimáticos son ideales para pieles sensibles, utilizan enzimas como la papaína o la bromelaína para una exfoliación suave y eficaz.

Qué tipo de exfoliantes se recomiendan tras el verano

Yolanda Galiana, farmacéutica y especialista en el cuidado de la piel femenina, advierte que después del verano “el error más habitual es exfoliar en exceso o introducir demasiados activos a la vez. Esto puede ser un shock para la piel. En su lugar, es recomendable apostar por una exfoliación suave, como los peelings enzimáticos, que eliminan células muertas, refinan la textura y devuelven la luminosidad sin irritar, ni comprometer la barrera cutánea”.

Un peeling enzimático es un tratamiento exfoliante suave indicado para liberar las impurezas y la grasa incrustada en la piel, dejando un aspecto más terso y firme, con el que se eliminan también las manchas, dejando un tono uniforme en el cutis. Es adecuado para pieles sensibles porque actúa a nivel superficial y no tiene la capacidad irritante de los peelings químicos, pero elimina las células muertas y estimula la renovación celular. Se debe utilizar tras la limpieza facial, aplicándolo con un suave masaje hasta su completa absorción y sin retirarlo.

¿Se pierde el moreno con la exfoliación?

Marta Morais aclara que “el bronceado es un signo de que hemos dañado la piel. No debemos olvidar que el moreno es una respuesta de defensa del organismo ante la agresión solar: la piel produce más melanina para protegerse”. Esta capa bronceada es la más superficial de la piel y, como explica Raquel González, cosmetóloga y creadora de Byoode, “los exfoliantes rompen las cadenas que unen las células muertas a la piel nueva para que se desprendan más fácilmente”, en otras palabras, cuando se exfolia la piel, se pierde el moreno.

González insiste en la importancia de la exfoliación tras el verano y en hacerlo dos o tres veces a la semana para para promover la regeneración celular y especialmente cuando la piel está bronceada: “El bronceado sucede cuando nos exponemos al sol al aumentar los niveles de melanina de la piel, pero junto a eso, también baja la hidratación y aparecen cadenas de radicales libres que pueden promover un fotoenvejecimiento cutáneo. Si exfoliamos, eliminaremos esa capa exterior y promoveremos que nuestra piel se renueve más rápida y eficazmente, evitaremos que envejezca y prevendremos la aparición de manchas”.

Te puede interesar

Suscríbete a la newsletter de Divinity y recibirás toda la información de celebrities y corazón cada semana en tu mail