De la hidratación a dejar la ropa ajustada: tips básicos para mantener la celulitis de los muslos a raya

  • Sabemos lo difícil que es hacer desaparecer por completo la celulitis, pero eso no impide que queramos mantenerla a raya.

  • En los muslos es donde resulta más habitual su aparición, aunque también es frecuente en los brazos o el abdomen.

  • Te contamos qué puedes hacer para tenerla bajo control, siempre con objetivos realistas y beneficiosos para tu salud.

La celulitis en los muslos es la más frecuente y visible, y por lo tanto la que más nos gustaría eliminar. Sabemos que se trata, principalmente, de una cuestión estética, y que no podemos obviar que es normal tenerla ni que en su aparición influyan todo tipo de factores, como los genéticos y hormonales. La ventaja es que cuando hablamos de atajarla, la forma de hacerlo siempre está relacionada con gestos que repercuten positivamente en nuestra salud en general.

Así que podría decirse que, mantener la celulitis a raya puede ser un hábito de lo más saludable. Aquí tienes los tips definitivos para plantarle cara. Son sencillos y efectivos, pero requieren de constancia y paciencia. Prepárate para lucir pierna y pon en práctica estos consejos desde hoy mismo.

Sigue una alimentación sana y equilibrada

Una dieta sana ayuda a evitar la retención de líquidos y la acumulación de grasa que se convierte transforma en esos nódulos en los muslos que tan poco nos gustan. Reduce el consumo de sal y aumenta el frutas y verduras. Incluye las legumbres en tu alimentación y olvida los ultraprocesados, los fritos, la bollería y los azúcares refinados.

Para beber, agua

El agua debería ser tu bebida favorita. Al menos un litro y medio al día facilita la expulsión de toxinas y evita la retención de líquidos. El aspecto de la piel mejora visiblemente y la celulitis disminuye. Incluye en tu día a día infusiones como el té verde, y tómalas frías o calientes. Serán de mucha ayuda.

Despídete del tabaco y el alcohol

Este es un consejo que revierte en tu salud en general, pero que también influye en el aspecto de la celulitis. El alcohol aumenta la grasa acumulada en el cuerpo y, por lo tanto, la celulitis. El tabaco altera la microcirculación sanguínea y empeora el aspecto de la piel.

La ropa ajustada no ayuda

Ni tampoco los zapatos con un tacón muy alto. Aunque te veas más estilizada con ropa ceñida y tacones, lo cierto es que ambas cosas pueden afectar a la apariencia de la celulitis. Ambas cosas dificultan la circulación sanguínea, favorecen la retención de líquidos e impiden que el cuerpo elimine las toxinas acumuladas.

Termina la ducha con agua fría

Aprovecha los meses de calor para ducharte con agua fría. Si no lo resistes, al menos termínala con un chorro bien frío desde los pies hacia el muslo. De esta manera se reactiva el flujo sanguíneo, lo que evita que la celulitis avance, además de poder mejorar su aspecto.

Apúntate al cepillado en seco

Los cepillos corporales para utilizar en seco son ideales para combatir la celulitis de los muslos y lucir una piel lisa y bonita. Elige uno con fibras naturales y utilízalo antes de la ducha. Así eliminarás las células muertas, activarás la circulación sanguínea y el drenaje linfático. Con tres veces por semana notarás los resultados.

¡Haz deporte!

El ejercicio físico es necesario, a cualquier edad, para cuidar de nuestra salud y, además, se nota positivamente en nuestro cuerpo. Hacer deporte tonifica la musculatura, evita la acumulación de grasa corporal, activa la circulación y mejora el aspecto de la piel. La combinación de ejercicio aeróbico y de fuerza es perfecta, pero hay ejercicios concretos que nos ayudan a combatir la celulitis. Incluye en tu entrenamiento diario saltar a la comba, sentadillas o burpees y observa cómo mejora la piel de naranja.

Masajes de drenaje linfático

Realizado en casa o en un centro especializado, el drenaje linfático es una de las mejoras formas de combatir la celulitis. Mejora su aspecto, activa la circulación y evita la retención de líquidos. También puedes probar otros tratamientos no invasivos con esa finalidad, como la maderoterapia, la presoterapia o el LPG (tratamiento de endermología).

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