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Si quieres hacerte un peinado buscarás que resista el mayor tiempo posible. Así, nos podemos encontrar con una infinidad de productos en el mercado, como pueden ser la laca, la cera, la gomina o la espuma. La elección de uno u otro dependerá de tu tipo de pelo y del resultado que quieras lograr. Eso sí, para lucir un peinado perfecto e intacto durante muchas horas será necesario emplear los productos más adecuados, por lo que es básico conocer las diferencias entre unos y otros.
Los fijadores de pelo son uno de esos grandes aliados que nos harán conseguir un look muy atrevido. Además, actualmente, existen distintos tipos de fijadores dependiendo de su nivel de sujeción, su función o el tipo de cabello al que va destinado. Los más importantes serán la gomina, la espuma, la cera y la laca. Estos productos nos ayudarán a que el peinado no se mueva, pero también a alcanzar unas ondas naturales y desenfadadas.
Estos productos son los ideales para que podáis dar rienda suelta a la creatividad. Uno de los más utilizados es la gomina, que tiene como objetivo fijar el cabello, servirá para evitar el frizz provocado por la humedad y aportará un extra de brillo. La gomina también tendrá su parte menos buena: puede generar grumos o apelmazamientos así como conllevar la aparición de caspa, por eso, no habrá que utilizar mucha cantidad de producto.
La gomina contará con una textura mojada y transparente. A la hora de emplearla, lo más recomendable será hacerlo con el pelo ligeramente húmedo y distribuirla previamente en las manos para un mejor acabado. Además, es aconsejable aplicarla de raíz a puntas.
Por su parte, la cera no es un producto que se use mucho y, a diferencia de la gomina, se usa para una fijación que no sea extrema. Es decir, cuando se quiere un acabado natural y versátil. Además, este producto está pensado para amoldarlo a tu gusto en cualquier momento del día. Aunque eso sí, habrá que tener en cuenta la longitud de la melena para utilizar la cantidad exacta.
Si lo que quieres es lograr un look pixie, lo mejor será hacerse con una buena cera que habrá que aplicar, primero, en las palmas de las manos y, luego, frotarla para que se caliente. Por último, se aplicará la cera por todo el cabello, dependiendo de cómo quieres que quede el resultado. Así, tendrás total libertad para definir bien el cabello.
La laca es un producto muy versátil que se adapta a cualquier tipo de pelo y su objetivo es fijar el cabello durante un largo periodo de tiempo. Para lograrlo, crea una película transparente a lo largo de todas las fibras capilares, dejándolas rígidas. En el caso de que quieras darle un poco de volumen a tu melena, lo más recomendable será aplicarla sobre la raíz del cabello húmedo y secar con la ayuda de un secador.
La espuma será ideal para los cabellos rizados u ondulados. Lo importante será apretar el cabello con las manos mientras se extiende y, luego, utilizar un secador con difusor y secar el pelo con la cabeza hacia abajo.
Así, con cada producto se podrá realizar un determinado peinado. Por ejemplo, si queremos un efecto mojado en nuestro pelo, se podrá usar una gomina o un gel fijador. Así, se combinarán dos texturas de pelo y comenzará con una melena mojada o semi-mojada para finalizar en un cabello totalmente seco y natural. En el caso de que queramos un peinado con ondas suaves, lo mejor será elegir una opción en la que no se utilice herramientas de calor que dañan el pelo.
Para los moños altos, lo más recomendable siempre será utilizar un buen fijador que ayude a mantenerlo intacto durante las horas que tu quieras. Este peinado será cómodo y elegante, además de fresquito para aquellos meses más calurosos del año.