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Han pasado más de diez años desde que Kate Middleton se daba a conocer como uno de los nombres que pasarían a formar parte de la familia real británica. Poco después, esto se hacía realidad cuando se daba el “sí, quiero” con el príncipe Guillermo, con quien ha celebrado ahora su décimo aniversario de boda. Diez años en los que juntos han vivido escándalos, nacimientos, bodas, bautizos, pérdidas como la del Duque de Edimburgo, el ‘Megxit’ y mucho más. Pero lo mejor es que han crecido juntos y lo mejor es que nos han dejado crecer con ellos, haciéndonos partícipes de lo mucho que han cambiado como matrimonio pero también individualmente. Y Kate Middleton ha sido la que más lo ha hecho.
Prueba de ello es cómo ha evolucionado el maquillaje de Kate Middleton. Es en este aspecto y en su estilo personal donde más se nota el cambio de la Duquesa de Cambridge. Y es que, a pesar de que a simple vista quizás no le hayamos prestado atención y solo hayamos notado un cambio sutil, lo cierto es que de diez años para acá, Kate Middleton ha relajado mucho su forma de maquillarse.
A grandes rasgos, la que ahora es madre de George, Charlotte y Louis, ha pasado de un maquillaje realmente marcado, especialmente en los ojos con delineador negro y tonos oscuros y mejillas muy sonrojadas a un aire muy natural, utilizando el maquillaje solo para potenciar sus rasgos de forma sutil. Así ha cambiado el maquillaje de Kate Middleton a lo largo de una década.
Si hay un producto que era imprescindible en el neceser de maquillaje de Kate Middleton ese era el lápiz de ojos y, para ser concretos, en color negro. Pero Kate no lo usaba para nada de forma sutil o discreta, ni siquiera en su justa medida. La que en un futuro muy próximo sería la Duquesa de Cambridge marcaba los ojos tanto en la parte de arriba como en la de abajo con 'eyeliner' negro. Como resultado, Kate conseguía un maquillaje muy marcado y hasta dramático si repasaba, como en ocasiones, excesivamente el 'eyeliner', incluso, podría decirse que de aire punk. Este delineado quedaba bien con sus ojos verdes pero lo cierto es que en lugar de hacer la mirada más grande la empequeñecía aunque hacía resaltar su color.
En esta misma línea, también se escribían las sombras de ojos con las que Kate completaba su delineado negro. A pesar de que estas sombras no se veían demasiado pues Kate tiene los párpados no muy grandes, sí podía verse cómo el color de estas sombras se juntaba con el del 'eyeliner' y cómo en las ocasiones que no usaba sombra de ojos, el resultado del lápiz se veía mucho más fresco, no tan opaco.
Puede decirse que, en general, en los primeros años, el maquillaje de Kate Middleton era algo excesivo. Eso podía verse también en sus mejillas. La piel de Kate es muy clara por lo que se enrojece a la mínima. Por eso, en lugar de potenciar ese rubor que ya aparece por sí solo, Middleton debía haber apostado por dar solo un toque de colorete por si la piel se mantenía clara o, en días de frío londinense o de calor haber evitado el 'blush' para no hacer que la cara se viera demasiado roja.
A medida que ha ido pasando el tiempo, Kate Middleton no es que haya cambiado de estilo de maquillaje, sino que este ha ido evolucionando. Es decir, la Duquesa de Cambridge no ha renunciado a ninguna de sus claves básicas de maquillaje, estas se han mantenido, lo único que se han ido transformando. En este sentido, puede observarse cómo la raya del ojo sigue más que presente, eso sí, solamente en el párpado superior marcando la línea de las pestañas. La traza de tal forma que alarga y abre el ojo, dándole aún más presencia a la mirada, lo mismo que trataba de conseguir cuando la marcaba entera. Ahora, los ojos se hacen protagonistas también pero ganando mucha más luz y brillo. Además, les da mucha importancia también a las pestañas para crear ese efecto de mirada más abierta y grande.
Según han ido pasando los años, Kate ha sido consciente de que la piel va cambiando y ha ido adaptándose a ella. En un primer momento, su piel parecía mucho más jugosa y brillante, ahora, la 'royal' prefiere una piel que también se vea jugosa e hidratada pero también tersa, suave y aterciopelada. Esto lo consigue con bases de maquillaje con una cobertura media que cubran marcas y manchas pero que no supongan una careta o generen brillos, sino esas mate muy similares a su color natural de piel. Así parece que no lleva nada.
Es, en definitiva, cuando vemos dos imágenes de Kate Middleton, una reciente y otra de hace diez años cuando vemos cómo ha cambiado la duquesa. Vemos cómo lo básico que ha cambiado es ese doble delineado, por dentro del párpado inferior el segundo, que las pestañas son más largas y densas para completar la raya del ojo, la piel se ve jugosa pero aterciopelada, y las cejas ahora se siguen depilando pero se mantienen algo más gruesas como apunta la tendencia del momento. Eso sí, Kate sabe que los labios no son su fuerte y estos se mantienen al natural (o eso parece), si acaso con brillos y labiales rosas muy sutiles.