El traje de novia de Andrea García en su boda con Jaime Martínez-Bordiú: estilo boho y de encaje
Andrea eligió un vestido de novia de inspiración bohemia creado por Claudia Lagostera a partir de una pieza de encaje de 1880
La boda de Jaime Martínez-Bordiú Aznar y Andrea García: del original vestido de la novia a los looks de los invitados
Tras varios años de convivencia, Jaime Martínez-Bordiú -hijo menor de José María Martínez-Bordiú y Cubas y de Rocío Aznar Sáinz- contraía matrimonio en el día de ayer con Andrea García, en una ceremonia íntima en la iglesia de la Florida, en la que estuvieron rodeados de sus familiares y amigos más cercanos.
La novia llegaba puntual a la cita acompañada de su padre y desvelaba el vestido elegido para el gran día, un diseño de Claudia Lagostera en el que destacaban varios detalles de encaje. La firma, que se caracteriza por su estética bohemia y un estilo natural, elegante y atemporal, es experta en experimentar con mezclas de texturas y en el dominio de los encajes antiguos. Esta misma firma ha vestido a mujeres tan conocidas y seguidas en redes sociales como Marta Pombo, en su boda con Luis Giménez, o Bea Gimeno.
El vestido de novia de Andrea García
Andrea eligió un vestido de novia de inspiración bohemia creado a partir de una pieza de encaje de 1880 en bordado Cornely, un tipo de bordado francés que se realiza incorporando una cinta que se fija a la tela mediante varias puntadas y que aporta volumen y textura al tejido. El bordado, que recorría el escote, las mangas, el bajo de la falda y la espalda del vestido, se ha combinaba con tejido de lino y seda salvaje.
En cuanto al velo, la novia también ha elegido una pieza antigua hecha a mano con encaje de Bruselas, que data del Siglo XVII. Para añadir un toque de frescura y actualidad al look nupcial, la novia ha optado por un maquillaje y un peinado muy naturales, con el cabello sujeto con un sencillo semirrecogido.
En lo que se refiere a las joyas, Andrea ha elegido unos pendientes de oro y diamantes en forma de estrella, y no se ha separado de su anillo de pedida. Para su look de belleza ha optado resaltar su bronceado con una piel muy luminosa y un maquillaje muy natural, más allá de una sombra de ojos ahumada, el eyeliner negro y la máscara de pestañas.
Uno de los detalles más llamativos y que ha marcado el look nupcial ha sido el color elegido para los zapatos, unas sandalias de color de color verde grisáceo, con tacón grueso, que ha enseñado de manera inevitable cuando su ya marido la ha tomado en brazos al salir de la iglesia. La novia también ha querido añadir otro toque de originalidad prescindiendo del clásico bouquet y optando por un ramo de novia silvestre en tonos verdes, violeta, naranja y blanco.