Bodas de ensueño en la ciudad: las claves para celebrar un 'sí, quiero' inolvidable entre edificios

  • La contaminación, los coches y el ruido no tienen por qué ser un impedimento para celebrar una boda para recordar

  • Desde una iglesia o un edificio emblemático donde celebrar el enlace a una azotea donde cerrar la fiesta, estos son los pasos indispensables en una boda urbana

Los escenarios de las bodas cada vez son más variados: el campo, la playa, el pueblo de la infancia, etc. Pero lo cierto es que entre todos los escenarios de ensueño que se puedan imaginar, uno de los más comunes termina siendo la ciudad en la que uno vive. Sí, esa con rascacielos, contaminación, tráfico y ruido de coches, luces y movimiento de gente. Una boda urbana es lo que muchos acaban celebrando, por comodidad, normalmente.

Al hablar de ellas se puede pensar que estas serán bodas clásicas, y muchas veces cuando esto se supone se termina creyendo que estas serán poco originales. Pero no tiene por qué. De hecho, en el pleno corazón de la ciudad, se pueden celebrar bodas de lo más espectaculares, lo único necesario será elegir bien los ingredientes que las compongan para salir adelante.

Boda por la iglesia

Lo primero será elegir si la boda será por la iglesia o por lo civil, básicamente para encontrar el espacio de la primera parada del enlace. Si es por la iglesia, la tarea de dar con una con encanto es mucho más sencillo que si es una boda por lo civil, ya que para la segunda deben ser lugares oficiales y son mucho más sobrios y monótonos.

En concreto, en el centro de la ciudad suele haber iglesias tradicionales y con mucho encanto, con techos alto, frescos y rosetones de otras épocas, como el Romanticismo, de estilo gótico o del Barroco, que aportarán cierta magia al enlace. Además, al llevar siglos en el mismo sitio, están llenas de historias, no solo de amor de parejas que hayan recorrido su pasillo de arriba a abajo, sino de todo tipo.

Boda civil

Si por el contrario, la boda es civil, habrá que buscar un sitio con encanto, al menos en lo que a la fachada y el emplazamiento del edificio o el centro se refiere. Y es que, las bodas por lo civil, al final, no dejan de celebrarse en oficinas y de forma mucho más rápida que si se celebrase por la iglesia.

De nuevo, apuesta por edificios con cierta historia, son los que tendrán más encanto. Por ejemplo, en Madrid, se encuentra la Casa de la Panadería, en la Plaza Mayor, o la Casa del Reloj en Matadero, ambos sitios, además, se rodean de un entorno bonito y más especial, más fácil de fotografiar que una de las calles en las que puedan encontrarse oficinas de la capital para darse el “sí, quiero”.

Por otra parte, si la boda no es demasiado multitudinaria y se consigue el correspondiente permiso del ayuntamiento, se puede celebrar la boda civil en uno de los espacios de un parque que sea especial para vosotros. Esta es una idea perfecta para el verano, ya que parecerá que la boda se celebra en plena naturaleza y los edificios de fondo darán un toque de actualidad digno de fotografiar.

El coche

Si normalmente se necesita un coche para que los novios hagan su aparición y para que luego salgan juntos del enlace, mucho más necesario lo es en la ciudad. Será la forma más fácil de ir de un sitio a otro evitando aglomeraciones y suciedad. Po supuesto, el transporte público queda totalmente descartado.

Aprovechando que la boda es en la ciudad, elegid un coche pequeño porque con él será mucho más fácil moveros y dará mayor encanto y originalidad a la boda, especialmente si es un Mini o un Fiat 500, que aportará un carácter vintage que también quedará genial en las fotos.

La celebración, en una terraza, jardín u hotel

Lo bueno de las ciudades es que hay mil sitios donde celebrar una boda. Y lo mejor es que no son los típicos hoteles o fincas hechos por y para ello. Pedid que habiliten la parte exterior, ya que, enterrado entre diferentes edificios de alrededor, el ambiente de la boda será de lo más cosmopolita. Además, los patios y jardines de los hoteles del centro de la ciudad suelen estar decorados de acuerdo a edificios clásicos, con escaleras y detalles vintage que no pueden quedar mejor en las fotos y para generar el ambiente. Allí podréis contar con una carpa por si llueve y disfrutar igualmente de una boda con total intimidad.

El fin de fiesta: en una azotea llena de luces

Lo mejor será subir a la azotea del hotel. Esta podría estar adornada con luces para dar un toque romántico al momento pero también de fiesta. Los edificios quedarán al fondo, por lo que podréis disfrutar del skyline de la ciudad, especialmente a la hora del atardecer. Se creará un momento romántico y mágico que pondrá el broche de oro a un día perfecto sin salir prácticamente de casa.

Al ritmo de la música podréis bailar bajo las estrellas y con luces de lo más románticas, como si acabarais de salir de una película neoyorquina.