Forest Lodge, la histórica mansión dónde vivirán Kate Middleton y Guillermo: con seis baños y una pista de tenis

Los futuros reyes de Inglaterra han decidido no residir en el Palacio de Buckingham para mudarse a Forest Lodge, ubicado en en el corazón de Windsor Great Park
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El príncipe Guillermo y Kate Middleton han tomado una decisión que supone un cambio en la tradición de la monarquía británica. Según ha publicado 'The Sun', los príncipes de Gales no residirán en Buckingham Palace, el lugar que durante siglos ha sido el centro de la vida real y la residencia oficial de los monarcas del Reino Unido. En su lugar, la pareja y sus tres hijos —Jorge, Carlota y Luis— se mudarán a Forest Lodge, una mansión situada en Windsor Great Park. La noticia llega después de semanas de especulaciones sobre un traslado inminente y confirma que, cuando Guillermo ascienda al trono, no hará de Buckingham su hogar. El palacio, cada vez más concebido como museo y espacio institucional, seguirá siendo escenario de actos oficiales, pero no un lugar de residencia privada. La mudanza, prevista para finales de este año, marca un nuevo capítulo en la vida de los futuros reyes.

Forest Lodge, la mansión en la que vivirán los príncipes de Gales
Forest Lodge es una casa de campo de estilo georgiano con más de 250 años de historia. Construida en la década de 1770 y ampliada en el siglo XX, está catalogada como edificio de Grado II en la Lista del Patrimonio Nacional de Inglaterra, lo que significa que goza de protección legal por su valor histórico y arquitectónico. La propiedad se encuentra en el corazón de Windsor Great Park, a solo seis kilómetros de Adelaide Cottage, la residencia en la que han vivido los príncipes desde 2022.

La mansión se levanta sobre un terreno extenso que incluye jardines privados, establos, garajes, un estanque y hasta una pista de tenis. En su interior cuenta con ocho dormitorios, seis baños, un gran salón principal, varias salas de estar y un apartamento independiente para personal. Algunos elementos originales, como chimeneas de mármol, cornisas decorativas y techos abovedados, se han mantenido pese a las reformas, la última de ellas en 2001.

El complejo también presenta un elemento característico de las grandes casas de campo británicas: un “ha-ha” o foso ajardinado que permite delimitar la finca sin interrumpir la vista del paisaje. Según han apuntado fuentes cercanas, Guillermo y Kate están financiando con recursos propios las reformas necesarias para adaptar la vivienda a la vida familiar, sin añadidos ostentosos ni proyectos de ampliación.

Más allá de sus comodidades, la ubicación ha pesado en la decisión. Forest Lodge ofrece privacidad, seguridad y cercanía a la Lambrook School, donde estudian los tres hijos de los príncipes. Además, supone un entorno más íntimo y alejado del bullicio de Londres, sin dejar de estar a pocos kilómetros del castillo de Windsor.
Críticas y polémicas alrededor de la mudanza
La decisión no ha estado exenta de polémica. Una de las principales críticas proviene del desalojo de varias familias que vivían en antiguas cabañas dentro del perímetro de Windsor. Aunque no se trató de un desahucio en sentido estricto, ya que se les ofrecieron viviendas alternativas, el hecho de tener que abandonar sus casas para dejar paso al traslado de los príncipes generó malestar.
Otro foco de críticas ha sido el simbolismo del cambio: que los futuros reyes opten por no residir en Buckingham Palace rompe con una tradición histórica y plantea interrogantes sobre el papel de esta residencia en la monarquía del siglo XXI. Aunque la pareja ha insistido en que los costes de la mudanza y de las reformas corren por su cuenta, algunos sectores ven en este movimiento una distancia entre la institución y las prácticas tradicionales. Pese a ello, Guillermo y Kate han transmitido que su objetivo es criar a sus hijos en un entorno seguro y lo más normalizado posible, incluso siendo herederos al trono.