Las tiaras más valiosas de cada casa real: de la Flor de Lis de España a la Greville de Reino Unido

Entre las joyas más preciadas y valiosas de las casas reales europeas, las tiaras ocupan un lugar destacado
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Entre las joyas más preciadas y valiosas de las casas reales europeas, las tiaras ocupan un lugar destacado. Estas piezas, en su mayoría heredadas, han sido transmitidas a lo largo de generaciones y, en algunos casos, adquiridas como regalos personales tras matrimonios con príncipes herederos.
Uno de los joyeros de más valor, a la altura incluso del de la casa real inglesa, es el de la casa Orange-Nassau, muchas de cuyas piezas han pasado a manos de Maxima de Países Bajos. Las joyas de las familias reales de Dinamarca y España ocupan el cuarto y sexto puesto respectivamente, con joyas tan especiales como la tiara ‘Imperial’ de Mary de Dinamarca o la tiara ‘Flor de Lis’ de Letizia Ortiz.
Tiara Stuart, de la Casa de Orange-Nassau de los Países Bajos

La tiara Stuart es una de las joyas más impresionantes de la colección real neerlandesa. Compuesta por más de 900 brillantes desmontables, su valor aumenta hasta cantidades incalculables cuando se le incorpora el diamante Stuart, una piedra de 40 quilates que data de 1690 y de la que toma su nombre. Aunque su propiedad pertenece a la Fundación Orange-Nassau, la reina Máxima de los Países Bajos tiene acceso a ella en fideicomiso y la luce en ocasiones especiales.
Tiara Greville, de la Casa Real de Reino Unido

La tiara Greville, de diseño en forma de panal de abeja, fue creada por Boucheron en 1920 para la reina Alejandra, esposa del rey Eduardo VII, y rediseñada por Cartier por encargo de la Reina Madre, que añadió seis hornacinas con diamantes. Es una de las joyas más valiosas de la corona británica y está formada por setenta barras de platino con 488 diamantes incrustados y se inspira en los tradicionales tocados rusos 'kokoshnik'. Fue un regalo de la aristócrata Dame Margaret Greville y ha sido utilizada por diversas miembros de la familia real británica, incluyendo a la Reina Camilla.
Tiara Flor de Lis, de la Casa Real de España

La tiara Flor de Lis es una de las piezas más significativas del joyero real español. Creada por la joyería Ansorena en 1906, fue un regalo de la Reina Victoria Eugenia a la Reina Sofía y pertenece a las denominadas ‘joyas de pasar’ que únicamente pueden lucir las reinas o consortes. Esta tiara, que combina diamantes y perlas con motivos florales, está valorada actualmente en unos 3 millones de euros.
Tiara de Braganza, de la Casa Real de Suecia

La tiara de Braganza, creada en torno a 1830 en París para la Emperatriz del Brasil, Amelia de Leuchtenberg, es una de las piezas más valiosas de la Casa Real de Sueci y está realizada con diamantes propiedad del que fue su esposo, Pedro I de Brasil. Cuando los Orléans-Braganza se exiliaron de Brasil, llevaron con ellos las joyas imperiales y al morir Amelia, la dejó en herencia a su hermana, la Reina Josefina de Suecia y Noruega. El diseño representa dibujos de arabescos, hojas y flores entrelazadas, siguiendo la moda del estilo imperio tardío.
Tiara del Imperio Belga, de la Casa Real de Bélgica

La tiara del Imperio Belga fue un regalo del pueblo belga a la Reina Astrid con motivo de su boda con el rey Leopoldo III en 1914. La tiara, que tiene forma de banda, de la que sobresalen once adornos triangulares, que representan las nueve provincias de Bélgica, la ciudad de Bruselas y el Congo, que fue antigua colonia de Bélgica. Desde 2013, ha sido una de las favoritas de la Reina Matilde. Se trata de una joya reservada únicamente a reinas soberanas o consortes.
Tiara Napoleón, de la Casa Real de Dinamarca

La tiara Napoleón, que originalmente consistía en dos peinecillos para el cabello, formaba parte de un conjunto que incluía un collar y unos pendientes. Creada en 1804, fecha en la que Napoleón Bonaparte fue proclamado emperador de Francia, tiene forma de ramas con hojas de vid de diamantes y rubíes. Fue transformada en tiara por Ingrid de Suecia y ha sido utilizada por la Reina Mary de Dinamarca, quien la recibió como regalo de compromiso del príncipe Federico.
Tiara de diamantes de la reina Maud, de la Casa Real de Noruega

La tiara más valiosa de la Casa Real de Noruega es la tiara de Diamantes de la Reina Maud, una pieza histórica que perteneció originalmente a la reina Maud de Noruega, hija del rey Eduardo VII del Reino Unido. Fue diseñada por Garrard en Londres a comienzos del siglo XX y presenta un diseño clásico de festones con diamantes montados en platino. Considerada una de las joyas más valiosas de la realeza noruega, es símbolo del vínculo entre las casas reales británica y noruega, y sigue reservada para ocasiones de gran relevancia.
Tiara Gran Ducal, del Gran Ducado de Luxemburgo

La tiara Gran Ducal, también conocida como Tiara Imperio, fue creada en torno a 1830 por la joyería Jakob Tillmann Speltz y aportada como dote por la Gran Duquesa Isabel Mikhailovna de Rusia, nieta del Zar Pablo I, al casarse en 1844 con el Gran Duque Adolfo I. La tiara fue utilizada por la Gran Duquesa Carlota en su boda con el Príncipe Felix de Borbón-Parma, en 1919 y desde entonces ha sido reservada para las Gran Duquesas reinantes de Luxemburgo.