¿Qué pasó con la princesa Mako de Japón, la royal que lo dejó todo por amor?
Mako perdió su lugar como heredera al casarse con un plebeyo, una norma que solo afecta a las mujeres de la familia imperial
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La mayoría de monarquías se han ido modernizando con el paso del tiempo, abriéndose un poco a los nuevos tiempos, aunque no todas las normas cambian, algunas se siguen manteniendo, tal y como es el caso de familia imperial japonesa, cuyos miembros no pueden formar parte de la misma si quieren casarse con alguien de sangre azul.
En las monarquías europeas esto habría hecho que las cosas cambiaran notablemente, doña Letizia no sería reina, pero tampoco lo sería Máxima de Holanda, Mary de Dinamarca o la reina Camilla. En Japón esta es una norma que todavía se mantiene, aunque solo se aplica a las mujeres, y fue la que impulsó a Mako de Japón a dejar de lado todo lo que conocía hasta el momento para apostar por una nueva vida al lado de Kei Komuro.
Qué pasó con la princesa Mako de Japón, la royal que lo dejó todo por amor
La princesa Mako es hija del príncipe Fumihito y su esposa Kiko, los principales herederos de Japón. Estudió en la Universidad de Gakushuin (Tokio) y se graduó en Museología en la Universidad de Leicester en Reino Unido. Fue durante su época de estudiante en Tokio, en 2012, cuando conoció a Kei Komuro, que ahora es abogado y su marido.
La relación siempre despertó un gran interés, Komuro es plebeyo, lo que hacía imposible que en el futuro llegara a ser emperador, y los jóvenes anunciaban en 2017 su intención de casarse. Sin embargo, ciertas cuestiones familiares hicieron que saltara la polémica. Su madre no habría devuelto un préstamo a su expareja, un dinero que ella aseguraba que había sido un regalo.
La boda se aplazó, Mako vio como todos los problemas rodeando su relación le comenzaban a pesar, causándole problemas físicos y mentales. En 2020, el padre de Mako dio su aprobación al enlace con la condición de que se resolvieran esos problemas financieros, de los miembros de la casa real japonesa se espera un comportamiento intachable y esto lo impedía.
Finalmente, se celebró la boda, un enlace civil en 2021 que se alejaba y mucho de otras ceremonias similares. Mako renunció a su lugar en la familia, a sus responsabilidades y privilegios, a la ayuda económico que el Gobierno de Japón otorga a las mujeres que dejan la casa real por amor, también a las joyas familiares. Además, puso tierra de por medio y junto a su marido comenzó una nueva vida en Nueva York.
Empezó a trabajar como voluntaria en el Museo Metropolitano de Arte (MET), se dejó ver junto a su marido comprando todo lo necesario para crear un nuevo hogar, cogiendo el autobús y disfrutando del anonimato que le proporcionaba su nueva vida junto a su marido, con quien vive en Manhattan. La pareja parece estar más tranquila y feliz que nunca y en mayo de 2025 le daban la bienvenida a su primer hijo.
Se desconoce el nombre y el sexo del bebé, así como la fecha exacta de su nacimiento, algo que solo se confirmó porque se pudo ver paseando a la pareja con cochecito de bebé. Mako ha pasado a llevar una vida completamente anónima.