Kate Middleton y príncipe William: las estrictas reglas de vestimenta que imponen a sus empleados

Los príncipes de Gales se mudaron a Adelaide Cottage, una coqueta vivienda que les permite llevar una vida más sencilla
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Una de las cosas por las que son conocidos los príncipes de Gales es por hacer las cosas a su manera. Siempre respetando las normas establecidas y los protocolos habituales en su familia, William y Kate intentan que todo lo que hacen tenga su esencia, algo que destaca especialmente en la manera en la que tratan a sus hijos, con cariño y cercanía, y en la educación que quieren darles, escogiendo el colegio donde estudió Kate en lugar de Eton, donde se formaron William y su hermano.
Estos no son los únicos aspectos a los que han querido dar su impronta personal, también viven a su manera, por lo menos dentro de las paredes de Adelaide Cottage, la vivienda familiar donde el matrimonio vive con sus hijos. Allí tienen unas normas de vestimenta que exigen a sus empleados.
Kate Middleton y príncipe William: las reglas de vestimenta que imponen a sus empleados
Los príncipes de Gales se mudaron a Adelaide Cottage, una coqueta vivienda situada en los terreros del Castillo de Windsor que les permite llevar una vida más sencilla y también les permite estar más cerca de la naturaleza, algo ideal para los más pequeños de la casa, que tienen un jardín para jugar y correr y poder disfrutar del aire puro. Su vida es más normal porque se trata de una casa de cuatro dormitorios donde no tienen servicio interno, algo que sí tenían en su anterior hogar, de hecho su niñera formaba parte del personal interno.
Los trabajadores acuden allí, hacen su labor y después se marchan una vez finalizada la jornada, lo que no quiere decir que no tengan que cumplir con ciertas normas, como las establecidas por la pareja para la vestimenta que tienen que llevar, un estilismo que se aleja bastante de lo que se podría esperar de alguien que trabaja para la Casa Real.
Al parecer, la pareja espera que sus trabajadores lleven ropa informal y que prescindan de las prendas arregladas que se podrían esperar por trabajar en la residencia de los príncipes de Gales. Esto lo aseguraba en The Sun la autora Valentine Low, autora de Courtiers: The Hidden Power Behind the Crown, asegurando que un miembro del personal le había explicado que “Los niños corren por la oficina y él no quiere que haya un ambiente sofocante. Si tenemos reuniones importantes o vamos al Palacio de Buckingham, entonces, por supuesto, nos arreglamos”.
William y Kate parecen tener claro que quieren que sus hijos crezcan en un ambiente lo más ‘normal’ posible dentro de sus posibilidades, pues hay muchas cosas a las que no pueden renunciar aunque quieran por cuestiones de seguridad. La pareja siempre ha mostrado mucho interés en la educación de sus hijos, tanto la que se proporciona en el centro en el que estudian, como la que ellos mismos les dan en casa, apostando por una educación en la que el diálogo y la comprensión son clave, así como que los pequeños aprendan a manejar sus emociones y expresarlas.
