La infanta Sofía deja ver su cicatriz ocho meses después de su incidente en Mallorca

Acabábamos de estrenar agosto cuando una imagen de la familia real paseando por Petra, un pequeño municipio de Mallorca, se convirtió en una declaración de intenciones sobre la relación entre la princesa Leonor y su hermana Sofía. Era la primera imagen del clan desde que pisaron la isla para disfrutar de sus vacaciones oficiales en Marivent. Su objetivo era fomentar el turismo nacional en un verano atípico en el que la pandemia había puesto en jaque a todo un sector. Pero más allá del gesto, parte importante de la agenda 'royal' durante los meses estivales, lo que llamó la atención de aquellas instantáneas fue el estado de salud de la infanta.

Agarrada de la mano de su hermana mayor vimos a una Sofía, que pronto cumplirá catorce años, caminando con dificultad por las calles mallorquinas, apollada en una muleta. Su rodilla derecha estaba vendada después de que una caída a su llegada a la capital balear le obligase a someterse a una pequeña intervención en la que le realizaron cinco puntos de sutura.

Una vez terminadas sus vacaciones en Marivent, donde siempre estuvo acompañada por su muleta, nunca más supimos nada de este incidente. La llegada del frío y la escasez de actos en los que estuviese presente la hija menor de Felipe y Letizia hizo que casi nos olvidásemos de este inconveniente. Hasta ayer, en Cartagena (Murcia), donde Sofía hizo visible la cicatriz que le ha quedado de aquel suceso que le impidió disfrutar al cien por cien de su último verano.

Con ambas rodillas al descubierto pudimos comprobar que la cicatriz parece seguir presente en la pierna de la ya adolescente. Aunque este no fue el titular de su reaparición tras meses de ausencia en la agenda 'royal'. Lo que más se comentó de la asistencia de los reyes y sus hijas a la ceremonia de puesta a flote del submarino S-81 Isaac Peral fue el vestido de la infanta, con el que ha demostrado que ella también es capaz de crear tendencias.

Mangas abullonadas, rojo, estampados de inspiración mexicana y por un precio más que asequible. 26 euros costaba este look de Sfera antes de que se agotase en cuestión de días, alcanzando la categoría de superventas cuando Sofía, seguramente con la opinión de su madre, decidieron incorporarlo al armario de Zarzuela.

Al igual que sucedió en Mallorca, viaje en el que hicieron palpable la complicidad entre ambas hermanas, en esta aparición a cuatro también hemos sido testigos del apoyo que existe entre los miembros de la familia real cuando hay prensa delante. Gestos de cariño, caricias en la espalda, sonrisas cómplices o pequeñas indicaciones. Felipe y Letizia no han querido ocultar su preocupación por que sus dos hijas cumplan el protocolo a rajatabla. Y parece que lo han conseguido.