El espectacular nuevo piso de Ana Milán con vestidor y chimenea del siglo XIX, en fotos

  • La actriz estrena casa nueva en el centro de Madrid: así es por dentro la vivienda, habitación por habitación

  • Ana ha acometido una reforma integral de la casa con el objetivo de convertirla en su hogar perfecto, un refugio para ella y su entorno

  • La luz natural, el suelo de mármol, los muebles de diseño y las obras de arte son las principales características de su nuevo piso

Ana Milán siempre ha querido que el interés recaiga sobre su faceta profesional y no sobre su vida íntima. El último ejemplo tuvo lugar hace solo unos meses, cuando a preguntas de la prensa sobre cuestiones no laborales, dio una respuesta tajante. La actriz quiere, al menos, ser quien decida qué es lo que se conoce sobre su esfera más personal: así es como hemos podido conocer a su hijo Marco o parte de su vida sentimental. También el interior de su hogar, que su millón de seguidores en Instagram ha conocido gracias a sus publicaciones en redes sociales. Recientemente la actriz se ha mudado a un nuevo piso en la capital: así es por dentro la vivienda de la actriz.

Milán lleva años instalada en Madrid, pero suele hacer mudanza cada cierto tiempo. La última, tras una intensa reforma de cinco meses que capitaneó el interiorista Fabián Ñíguez, terminó en el mes de marzo. Y desde entonces, ya instalada, la artista ha mostrado en sus redes sociales parte de su nuevo hogar, que ha analizado en profundidad en un cuidado reportaje para la revista AD.

Un piso con aires parisinos, situado en pleno barrio madrileño de Chamberí. El predominio de la luz natural, el color blanco y la amplitud del espacio fueron las principales preocupaciones de Ana a la hora de la reforma. La casa ofrece una interesante mezcla de estilos, con muchísima personalidad y en la que las obras de arte, los espejos el papel pintado o los elementos arquitectónicos heredados de la vivienda juegan un papel destacado.

La nueva cocina de Ana Milán, un espacio de encuentro con muchos guiños de sus amistades

La puerta principal de la casa da acceso a la cocina, que se convierte en el primer espacio al entrar en la vivienda. Concebida como un lugar no solo en el que cocinar, sino también como rincón en el que estar acompañada de sus amistades y pasar tiempo en ella, Ana decidió subir los muebles a una altura proporcional a la suya para poder estar cómoda a la hora de cocinar.

El blanco es la nota principal en paredes, mobiliario, espacios de almacenamiento y la encimera de la magnífica isla central, de piedra sinterizada. Los armarios, con puertas de espejo, amplían la sensación de luminosidad. Las amistades están presentes en toda la estancia, mediante regalos que le han hecho, como cuadros, floreros, una tostadora, y hasta un objeto “robado” a Nuria Roca. Pero la estancia la preside una espectacular lámpara de araña: “Ante lo práctico, prefiero lo bello”, reconocía en el citado reportaje”.

El nuevo salón de Ana Milán, con chimenea del siglo XIX, comedor y zona de despacho

El salón es el espacio principal de la vivienda, donde a Ana le gusta no solo reunirse con su círculo íntimo, también pasar tiempo sola y a su aire. Conectado con la cocina a través de una puerta de estética art decó, cuenta con un impresionante sofá en estampado blanco y gris en una de sus paredes, al que acompañan otras dos butacas blancas y sendas mesas bajas en cristal y dorado. En la pared opuesta a la del sillón se sitúa una librería en azul grisáceo, donde se encuentra el televisor, multitud de libros, un par de lamparitas, protegida por butacas mostaza.

Por lo demás, la estancia, que se ilumina gracias a dos grandes ventanales tapados por cortinas blancas, cuenta con muchas obras de arte de sus artistas preferidos, más regalos de sus amistades y piezas con un gran valor sentimental. En él se encuentra una de las joyas del hogar, la chimenea. Se trata de una pieza del siglo XIX, de mármol de Carrara y tallada a mano, que Ana encontró en Italia y cuyos detalles y dibujos coinciden casualmente además con los de las molduras del techo. Sobre ella descansan un par de mapas antiguos, y una escultura.

Contiguo al mismo, separado mediante columnas, se sitúa el comedor, que anteriormente fue uno de los dormitorios de la vivienda. Sobre el suelo de piedra sinterizada blanca con líneas negras (presente en toda la vivienda), descansa una impresionante mesa de madera de forma ovalada y con tablero fino, rodeada de seis sillas de madera tapizadas en un naranja intenso. El rincón lo completa el espectacular mural de papel pintado, firmado por Juan Gatti, que cubre una de las paredes.

El despacho de la intérprete es otra de las zonas de este gran espacio principal, abierto y separado también mediante una columna. Consistente en un rincón del que se conservan los antiguos armarios de madera de la vivienda, restaurados, que dan un toque único, es donde Ana trabaja, estudia y lee. Cuenta con un pequeño escritorio, también de madera, y una silla, y sigue una línea estética común con el comedor, frente al que se sitúa.

Los rincones más íntimos de la nueva casa de Ana Milán

El dormitorio principal es una habitación en la que Ana no solo pasa las horas de descanso: a la actriz le gusta utilizarlo también para estudiar, leer, relajarse o ver series y películas, algo que en ocasiones hace incluso desde la preciosa bañera blanca situada en el cuarto. La cama, con ropa de color claro y bañada por la luz natural de la ventana, está custodiada por un impresionante cabecero con orejeras en color mostaza, apoyado sobre un papel pintado de paisajes en blanco y negro.

Precisamente a través de una puerta disimulada por el papel pintado se accede al cuarto de baño de la estancia, y al vestidor, los verdaderos santuarios de Ana, en los que puede relajarse y cuidarse. El espacio cuenta con mucha luminosidad, gracias a las ventanas, el suelo en mármol blanco y los espejos que recubren la estancia en la que la actriz empieza y termina cada jornada.