Cocinas

Cocinas cuadradas pequeñas: 5 formas de sacarles partido sin renunciar al estilo

Porque en decoración, como en la vida, no se trata del tamaño, sino de cómo se aprovecha
No se trata del tamaño, sino de cómo se aprovechaCortesía de Ikea
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Cuando se habla de cocinas de ensueño, solemos imaginar estancias amplias, con islas imponentes, ventanales infinitos y metros de encimera para desplegar nuestra creatividad ante los fogones. Pero la realidad cotidiana, sobre todo en pisos en el centro de las ciudades, nos sitúa ante cocinas pequeñas, muchas veces cuadradas, en las que cada centímetro cuenta. Sin embargo, más allá de ser un obstáculo, esta distribución más compacta de lo que muchos querrían, puede convertirse en un lienzo perfecto para soluciones inteligentes, funcionales y con mucho diseño.

Y es que no hay que olvidar que este tipo de cocinas pequeñas presenta sus propios desafíos. No hay largos pasillos donde alinear armarios, ni esquinas ocultas donde esconder electrodomésticos. Todo está a la vista, y por ello todo debe fluir con lógica y belleza. Pero precisamente por eso, también son una oportunidad para crear espacios bien pensados, acogedores y con carácter.

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A continuación, recopilamos cinco ideas que, aunque puedan resultar poco convencionales, ayudan a transformar estas cocinas compactas en auténticas joyas de diseño ya que son muy fáciles de aplicar. Desde juegos de color a iluminación estratégica. Te contamos todo para que se vean de lo más especiales (y bien aprovechadas).

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Isla móvil

Las cocinas pequeñas y cuadradas rara vez permiten una isla fija, pero eso no significa que tengas que renunciar a ella. Opta por una isla móvil con ruedas y almacenamiento oculto, que puedas desplazar según lo necesites ya que puede funcionar como superficie de trabajo extra, barra de desayuno improvisada o incluso apoyo para cocinar. Algunas incluso incluyen enchufes o tabla de cortar retráctil, para multiplicar su utilidad sin ocupar espacio de más.

Almacenamiento vertical camuflado

Cuando el espacio a lo ancho es limitado, mirar hacia arriba es esencial. Instala módulos de almacenaje hasta el techo, pero con puertas lisas y sin tiradores para que se mimeticen con la pared y no recarguen el ambiente. Añadir una franja de color diferente en la parte superior ayuda a marcar la altura y dar ritmo visual, sin restar ligereza. Para acceder cómodamente, incorpora una escalera plegable empotrada detrás de una de las puertas.

Encimera continua en L

Una distribución en forma de L funciona especialmente bien en cocinas cuadradas. Para ganar aún más funcionalidad, prolonga la encimera unos centímetros más allá de su esquina para crear una mini barra retráctil o abatible que se oculte bajo la encimera principal. Así tendrás una zona para desayunos o comidas rápidas que no interfiere con el paso cuando no se usa.

Iluminación a capas para ganar profundidad

La luz transforma. En cocinas cuadradas pequeñas, combina iluminación general con tiras LED empotradas bajo los armarios y puntos de luz dirigidos en zonas clave, como sobre la encimera o la zona de desayuno. Añadir una lámpara decorativa (sí, aunque el espacio sea pequeño) puede marcar el carácter del espacio y convertirlo en algo más que un lugar funcional.

No subestimes el poder del color

En vez de recurrir al blanco total, que a veces puede resultar frío, apuesta por paletas suaves en dos tonos, diferenciando áreas funcionales: una para cocinar (más neutra y práctica) y otra para comer o reunirse (con un toque más cálido o incluso empapelado vinílico lavable). Este truco aporta estructura y hace que la cocina se perciba como un lugar con intención, no solo con función.