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Planta uña de gato: cómo cuidarla y dónde colocarla en casa

Planta uña de gato
Planta uña de gatoCortesía de Agromática
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¿Estás pensando en incorporar una nueva planta a tu jardín particular? Si te apetece que sea una con una preciosa flor, puede que te interese tener una planta uña de gato o uncaria tomentosa. Aunque en principio es una planta de exterior, también se adapta bien al interior si recibe los cuidados correctos que, la verdad, son bastante sencillos, por no decir nulos ¡aunque no debes pasarlos por alto!

La uña de gato procede de la selva amazónica, que abarca países como Perú, Colombia, Bolivia, Ecuador, Venezuela o Brasil. Ideal para decorar tu hogar, esta planta se conoce desde hace miles de años por sus propiedades medicinales, especialmente por su poder antiinflamatorio, antioxidante y antimicrobiano. Eso sí, aquí te hablamos de esta planta como elemento decorativo para embellecer tu casa. Cualquier otro uso debe estar supervisado por un médico. 

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Cómo es la planta uña de gato

Esta suculenta amazónica pertenece a la familia de las rubiáceas y es de tallo leñoso, con ramas oscuras y cilíndricas y con algunas de sus raíces aéreas. Las hojas son ovaladas, de color verde oscuro y brillante, con la base redondeada, con dos espinas curvas en la base que se asemejan a las uñas de un gato, por lo que se le da este nombre.

Como planta de exterior puede alcanzar una altura considerable (hasta 20 metros) y su flor es relativamente pequeña, teniendo en cuenta las dimensiones que puede alcanzar la planta. Que se produzca la floración dependerá de las condiciones climáticas en las que se encuentre la planta, aunque lo más habitual es que se produzca en los meses más cálidos del año.

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¿Una especie invasora?

Es una especie que crece a gran velocidad. FUENTE: Pixabay

Aunque puedes tener sin ningún problema esta planta dentro de casa, lo cierto es que cuando crece libremente en el exterior se considera una especie invasora. En nuestro país es habitual encontrarla en zonas costeras, como el litoral gallego, y se expande a velocidades de vértigo en suelos donde otras plantas encuentran imposible la supervivencia, al tiempo que es capaz de desplazar a especies autóctonas. Por ese motivo, el mejor modo de disfrutar de esta planta es en interior, donde tenga acotadas las posibilidades de crecimiento. Te contamos cómo puedes cuidarla.

Riego

Al ser una planta tropical, a la uña de gato le gusta que su suelo esté húmedo, pero nunca encharcado. De hecho, soporta mejor la sequía que el encharcamiento, ya que es una suculenta y almacena agua en sus hojas. Para evitar el exceso de agua y, al mismo tiempo, garantizar la humedad, es importante que la maceta tenga un drenaje adecuado. Si no es así y hay más agua de la debida, las raíces pueden pudrirse. En cuanto a la frecuencia de riego, puede ser de una vez a la semana en primavera-verano, y una vez cada dos semanas en otoño-invierno.

Temperatura

Al proceder de un ambiente tropical, la uña de gato prefiere las temperaturas cálidas, como las típicas de su ambiente de origen. Para ello lo ideal es estar en un sitio en el que las temperaturas oscilen entre 20°C y 30°C. Y, como puedes imaginar, hay que protegerla del frío y de las corrientes de aire. 

Abono

Ya hemos dicho que el suelo debe estar bien drenado. Aunque para la uña de gato es suficiente una mezcla de tierra para macetas, si le añades perlita o arena tendrá un mejor drenaje, algo que agradecerá. Puedes trasplantarla cada dos años para poner sustrato fresco y, para esto, la mejor época del año es la primavera.

Dónde colocar tu planta uña de gato

Para elegir el sitio adecuado, es importante saber que la planta uña de gato responde muy bien a la luz del sol, aunque lo ideal es que la reciba de manera indirecta. Por lo tanto, es importante que esté junto a una ventana bien iluminada, pero evitando que la luz que reciba sea directa. Como ves, son muy pocos cuidados y te permitirán tener a tu uña de gato en perfecto estado para alegrar tu casa.