Rosa González, madre de Àlex Casademunt: "Bruna al ver una estrella ha dicho ahí está papá y se ha puesto a cantar"

  • Àlex Casademunt fallecía a los 39 años tras sufrir un accidente de coche en Mataró

  • El cantante tenía una hija de tres años llamada Bruna

  • Rosa González, madre del músico, ha hablado por primera vez después de su trágica pérdida

La inesperada muerte de Àlex Casademunt, concursante de la primera edición de OT, el pasado 2 de marzo, puso de luto al mundo de la televisión y la música. El artista, de 39 años, fallecía tras impactar su coche contra un autobús en Mataró, donde residía actualmente. La espeluznante noticia dejaba consternados a aquellos que habían tenido la suerte de conocer de cerca al cantante y a los miles de fans que le habían apoyado desde su salida de la academia hace ya dos décadas. Sus compañeros de programa mostraban su dolor en las redes sociales y se trasladaban de inmediato a Barcelona para dar el pésame a la familia, que permaneció en el tanatorio rota por su pérdida. Dos semanas después de lo ocurrido, Rosa González, la madre del cantante, ha hablado por primera vez de lo “especial” que era su hijo y del vacío irremplazable que ha dejado.

En esta emocionante conversación telefónica con ‘Juntos’, programa de Telemadrid, Rosa solo tenía palabras de agradecimiento para esos 15 amigos que su hijo pequeño se llevó del talent show musical que le catapultó a la fama. “Se querían todos. A mi niño lo querían un montón y mi niño a todos, a todos”, recalcaba el cariño que se guardan todos los concursantes de OT pese a que sus caminos se hayan separado por el paso del tiempo. “Todos sin excepción un 12, no un 10, un 12”, valoraba la atención que habían prestado a los familiares del catalán en estos momentos tan duros.

Para el músico, Bruna, su hija de tres años, era el gran amor de su vida y su prioridad absoluta, y así lo ha hecho saber públicamente su entorno. Sobre la pequeña también ha hablado en esta distendida charla, desvelando una conmovedora anécdota acerca de cómo recuerda a su padre. “Esta tarde me la han traído a casa y pobreta… Siempre que ha venido, siempre ‘su papa, su papa’, y hoy no ha nombrado a su padre, no lo ha nombrado. Simplemente cuando se ha marchado, que era de noche, ha mirado al cielo, ha visto una estrella, que siempre es la que brilla más de todas, y ha dicho: ‘Mira papá’, y se ha puesto a cantar una canción que cantaba siempre con Álex”, comentaba con un tono sereno pero cargado de dolor, afirmando que cuando crezca le harán saber “que su padre la quería, que su padre era único”.

La emotiva carta de Joan Casademunt a su hermano Àlex

Su hermano ejercía de portavoz de la familia en estos días tan duros y agradecía ante las cámaras el inmenso apoyo que estaban recibiendo. “Muchas gracias por estar aquí. Àlex estaría muy orgulloso. Muchísimas gracias por todo. Una parte de mí está muerta”, confesaba arropado por los amigos públicos de su hermano. Días después, Joan escribía una emotiva carta en la que recordaba a su hermano, el cual “tenía que volar a las estrellas porque nuestro mundo se le había quedado pequeño”.

"Estoy seguro que cuidará de todos nosotros como siempre lo ha hecho, con una palabra de aliento, un gesto, una broma, una canción, una tertulia... Porque una parte de él la tenemos con todos nosotros, porque Álex era de todos y seguirá siéndolo”, acompañaba estas sentidas palabras con una foto suya. “Ahora ya es eterno, y soñaremos siempre con su sonrisa, su alegría espontánea, su bondad, su vigor, y con sus maravillosos ojos azules. El amor que nos tenía era tan grande, que lo manifestará en nuestro día a día, con la alegría de nuestros hijos, con una buena noticia, con un abrazo, una caricia, con una decepción y el coraje para superarlo", eran algunas de las líneas que se recogen en este triste texto.

La pequeña Bruna, muy presente en el pensamiento de David Bisbal

"Cuando hoy me he despertado y he visto a mis niños, que además estoy con los tres, me he abrazado y me he acordado de Bruna, que es su hija". Esta fue la reacción de David Bisbal cuando fue consciente de que la vida de su excompañero de concurso había llegado a su fin. Fueron más de tres meses los que compartieron encerrados en la Academia más conocida de la tele.

Enterarse de su muerte le hizo acordarse de la inocencia que respiraban hace más de veinte años. Y también en esa cría que crecerá sin su padre. "Vivamos la vida con amor y disfrutando de cada cosa que nos hace felices. Si hay algo que no nos haga sonreír, aprovechemos y aprendamos de ello para crecer y hacernos más fuertes", reflexionó horas después de darle su último adiós en Mataró junto al resto de sus compañeros.