El yate de Georgina y Cristiano, al detalle: tiene piscina en la cubierta y suelo de madera

La pareja se relaja en las costas de Mallorca en el Azimut 27 metri, una embarcación con la que no pasan desapercibidos
Las lujosas vacaciones de Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez en una isla artificial del Mar Rojo
MadridYa se sabe que Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez les gusta desconectar siempre que tienen ocasión y no se cortan a la hora de compartir su fastuoso estilo de vida en sus redes sociales, siendo habitual encontrar en sus ‘feeds’ de Instagram instantáneas de sus viajes en sus jets privados, los bolsos, coches y relojes de lujo, así como sus mansiones y los hoteles en los que se alojan. En definitiva, todo tipo de lujos y caprichos.
En los últimos días la pareja ha sido vista está disfrutando de unos días de desconexión en la costa balear, concretamente en Mallorca, uno de los destinos que parece haberlos conquistado en los últimos veranos, más allá de las habituales Ibiza o Formentera. Tanto al futbolista como a la influencer, cuando el calor aprieta, no hay nada que les guste más que un buen yate, especialmente de la cubierta, donde ponen a tono su bronceado, juegan con sus cinco hijos, o disfrutando de lo más acaramelados del jacuzzi.
Dicho y hecho, ambos han publicado unas fotos en un barco que nos resulta familiar, pues desde hace un lustro que lo compraron -en verano del 2020- por 6 millones de euros, y convirtiéndolo en su ‘juguetito’ cada vez que van a la isla. Se trata del Azimut Grande 27 Metri, una embarcación con la que no pasan desapercibidos y que lo tiene todo.
Un yate que parece una villa de lujo sobre el mar
A simple vista, impresiona (y mucho) con sus casi 27 metros de eslora y líneas elegantes. Pero lo realmente especial está en los detalles. Cristiano y Georgina lo adoran porque, más que un barco, es como una casa de vacaciones con vistas al mar.
En la cubierta principal tienen un enorme espacio con sofás, tumbonas y hasta una pequeña piscina tipo jacuzzi en la parte superior del barco (el flybridge), ideal para darse un chapuzón mientras cae el sol. Es, de hecho, uno de los rincones favoritos de Georgina, que ha compartido muchas fotos allí, copa en mano y rodeada de amigos.
El suelo de madera de teca recorre todo el exterior, lo que le da ese toque cálido y elegante que tanto gusta en los barcos de lujo. Además, es práctico: no resbala, no se calienta y queda espectacular en las fotos. Y como no podía ser menos, no faltan las iniciales ‘CG’ en la proa para que quede bien claro a quién pertenece.
Espacios amplios, mucha luz y todo el confort
Por dentro, el yate está diseñado con una idea clara: que te sientas como en un apartamento de diseño. Tiene una suite principal en la cubierta principal, algo poco habitual en barcos de este tamaño, y otras cuatro cabinas más para invitados, todas con su baño privado. A eso se suman los camarotes para la tripulación.
Las zonas comunes, como el salón y el comedor, tienen grandes ventanales que dejan pasar la luz natural y ofrecen vistas al mar desde cualquier ángulo. Los suelos son de madera clara y los muebles, de diseño moderno y minimalista, con colores suaves y materiales nobles. El resultado es un ambiente tranquilo, acogedor y muy cómodo.
Y, por supuesto, no faltan un exquisito sistema de sonido para sus fiestas con amigos, cámaras de seguridad, barbacoa en cubierta, espacio para hacer paddle surf, equipos de snorkel y juguetes para los niños. Todo pensado para pasar semanas a bordo sin echar nada en falta.
Además, se trata de un yate muy potente ya que puede alcanzar los 28 nudos de velocidad (unos 52 km/h sobre el agua) y tiene autonomía de sobra para cruzar el Mediterráneo sin parar a repostar.
No es casualidad que Cristiano y Georgina hayan elegido este modelo y lo mantengan como su yate personal. Les permite mantener su privacidad, moverse con libertad y disfrutar del mar con toda su familia, sin renunciar a la comodidad ni al lujo.