Adriana Ugarte: "Todavía no es el momento de ser madre, pero me haría mucha ilusión"

DIVINITY.ES 10/10/2013 14:22

A Adriana no le gusta hablar de su vida privada. Aunque a veces, como en el pasado festival de Málaga, se le escapa. Se encontraba con Álex González (y Alberto Amman) presentando la peli en la que se habían conocido ('Combustión') y en la que se decía que habían comenzado una relación y se le escapó un beso en los labios después de la sesión de fotos para sorpresa de los fotógrafos, que congelaron el momento. Fue la confirmación oficiosa de su romance. Aquello lo recuerda con humor, pero prefiere centrarse en hablar de su trabajo. Comenzamos.

En 'Niños Robados' interpretas a Susana, una madre primeriza que, tras dar a luz, empieza a tener la sensación de que algo falla. ¿Qué destacarías del personaje?

Destacaría del personaje la capacidad para adentrarse en el mundo de la incertidumbre, la constancia, la fuerza de trabajo que representa, el coraje que se necesita para mirarse sin filtros cara a cara.

¿En qué te identificas con ella?

Creo que coincidimos en la necesidad interna de saber el verdadero origen de las cosas.

¿Qué ha sido lo más duro a la hora de prepararte el papel?

Lo más duro ha sido saber que es una historia real, terrible y no resuelta en condiciones. Como actriz trabajas para ofrecer la máxima fidelidad, para funcionar como espejo de las historias y, en este caso, era muy importante que la recreación fuera realista que las víctimas se sintieran bien representadas. Es la manera de mostrar todo nuestro respeto.

¿Hablaste con tu madre para ello? De cómo se sintió al tenerte, del terror casi ancestral que provoca en las madres este caso...

Sí, hablé con muchas madres. Tan sólo podía tener una idea vaga de lo significa la unión materno filial, por eso pregunté mucho, mucho, reflexioné y busqué mis vínculos afectivos más intensos.

¿Qué tres cosas destacarías de lo que te ha enseñado tu madre?

Me ha enseñado a mantener la calma, a luchar por ser yo misma y a conseguir mis sueños con esfuerzo.

¿Te gustaría probar con la maternidad?

Todavía no me parece el momento, ¡pero a la larga me haría mucha ilusión!

Sabemos que te encantan los perros. ¿Les das muchos caprichos o eres más bien estricta con ellos?

Intento combinarlos, aunque más que caprichos yo diría el cariño) y la disciplina... ¡con un poco de todo siempre sale un mezcla más interesante!

Con una madre abogada y un padre magistrado, ¿cómo se dice que se quiere ser actriz?

Tuve claro que iba a amar esta profesión a los cinco años y desde entonces lo fui dejando caer poco a poco… cuando por fin se lo creyeron me apoyaron con mucho cariño.

¿Por qué estudiaste filosofía?

Me interesa el origen y el porqué de las cosas... me gustaba que fuera una materia difícil de entender, un lugar en el que si quieres dar el siguiente paso tienes que frenar tu marcha y dedicar un buen rato. Me parece romántico.

Nos han chivado que tu hermano Luis (abogado y músico) y tú ya teníais una vena artística muy potente y que incluso jugabais de pequeños a escribir obras e interpretarlas…

Si (risas), siempre nos ha gustado preparar cosas divertidas cuando estábamos todos juntos... éramos un poco payasetes.

¿Es cierto que soléis montar la fiesta en casa y que él toca la guitarra y tú bailas flamenco?

Mi hermano empezó con la guitarra clásica a tocar flamenco a los 14 años y a los 17 me uní con el baileera una manera de estar cerquita de mi hermano. Las hermanas pequeñas casi siempre queremos estar con el mayor.

¿Eliges tus propios estilismos?

Me encanta elegir los estilismos para cualquier evento: creo que es muy importante encontrar un lugar de la moda donde te sientas tu misma y donde puedas ir evolucionando a lo largo de tu vida... diseñadores que se acerquen a tus gustos, tendencias en las que te muevas cómoda, colores y tejidos que vayan a favor de tu imagen. Pero todo esto se va haciendo con el tiempo ¡Al principio siempre estás muy desorientada! Por lo menos yo (risas).

¿Podrías decirnos tres trucos de belleza?

Dormir, sonreír mucho y limpiarme el rostro mañana y noche, ¡siempre! Y si bebes agua, comes equilibrado y prácticas deporte: perfecto. Pero sobre todo con calma.