Tomar el sol con el índice UV alto, nueva tendencia viral: "Daño en la piel y en el ADN de las células"

Este peligroso reto comporta numerosos riesgos estéticos y, sobre todo, médicos
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Es habitual que, si escuchamos las palabras “reto viral”, nos temamos lo peor. Y sí, en este caso ha vuelto a suceder y es especialmente grave. El último reto en TikTok es el de tomar el sol en las horas en las que la organizaciones médicas recomiendan no hacerlo o, como suelen decir en las publicaciones que suben a esta red, con el UV alto: vemos pieles excesivamente bronceadas o directamente quemadas, y no podemos evita. ¿Qué es el UV alto, qué le pasa a nuestra piel si lo hacemos y cómo lograr un bronceado seguro y saludable?
Los distintos tipos de rayos ultravioleta: así nos afectan
Hay tres tipos de rayos UV, tal y como recuerda la American Cancer Society: los UVA, los UVB y los UVC. Los rayos ultravioleta A o UVA son los que tienen el nivel más bajo de energía; sin embargo, causan el envejecimiento de las células de la piel y dañar su ADN. Son los que van a dañar la piel a largo plazo, los que fomentan la aparición de arrugas, pero también se los relaciona con algunos tipos de cáncer de piel.
Los rayos UVB son los más peligrosos, ya que los UVC, aunque tienen más carga de energía, no suelen llegar a la atmósfera. En lo que respecta a la radiación solar, estos ultravioleta B son los más peligrosos: nos causan quemaduras cuando tomamos el sol sin la protección debida y sí, los principales causantes de la mayoría de los cánceres de piel.
¿De qué depende la potencia de los rayos UV del sol? Hay varios factores: la estación del año (son más fuertes en verano, aunque también en parte de la primavera y del otoño), la distancia desde el ecuador del lugar en el que estamos (a más cercanía al ecuador, más intensos son los rayos ultravioleta y más perjudiciales), el reflejo en superficies como la arena, la nieve o el agua y sí, las horas del día, que determinan la elevación del sol. En especial, en la franja horaria que va de las 10 a las 16 h, cuando el sol está más arriba. Pues bien, en estas horas centrales de máxima radiación es en las que algunas personas están bronceándose y mostrándolo en TikTok. Ni que decir tiene que el peligro estético y, sobre todo, médico, es enorme. "A esas horas del día, la cantidad de rayos electromagnéticos del rango ultravioleta es máxima, e implica una cantidad de daño a la piel y al ADN de las células a más velocidad de la que son capaces de reparar", explica Iago López, facultativo del Centro Médico Pontevedra.
Los efectos de los rayos UV en la piel
La OMS recuerda que es beneficiosa una pequeña exposición al sol: la vitamina D, esencial para, entre otras cosas, la salud ósea, solo se obtiene así. Esta institución indica también que bastan de 10 a 20 minutos al aire libre diarios en horas de baja exposición para mantener niveles óptimos de vitamina D.
Pero, a la vez, la Organización Mundial de la Salud nos recuerda todos los riesgos que comporta no protegerse del sol, y los divide entre agudos y crónicos. Los agudos son daños en el ADN, quemaduras, reacciones fototóxicas y fotoalérgicas e inmunodepresión, un factor de riesgo de cáncer, además de la reactivación de virus como el herpes labial. Los crónicos: melanoma cutáneo (un cáncer potencialmente mortal), carcinoma epidermoide, carcinoma basocelular y envejecimiento prematuro de la piel. Como advierte la Asociación Española de Dermatología y Veneorología, una sola ampolla producto de una quemadura solar duplica el riesgo de padecer cáncer de piel en el futuro.

¿Por qué envejece antes la piel de las personas que toman el sol sin protección, más tiempo del recomendado o en horas “prohibidas”? La OMS explica que la radiación solar daña el ADN de las células. Esto disminuye la producción de colágeno y elastina, dos proteínas que forman la estructura de sostén de la piel. A los 20 años, ese daño crónico no se nota en exceso; pero la piel tiene memoria y manifestará ese daño más tarde, a los 40 o 50, cuando su piel parecerá la de una persona mucho mayor. "En las personas jóvenes puede pasar desapercibido este daño, pero si prueban a iluminar su piel con luz violeta como la que se usa para detectar billetes falsos, descubrirán los primeros vestigios del daño solar que ya están acumulando", indica el doctor López.
¿Cómo tomar el sol de forma segura?
Bien: el hecho mismo de broncearse ya es una agresión a nuestra piel. Pero de nosotros depende minimizarla. Desde la Asociación Española de Dermatología y Veneorología dan algunos consejos que no por mil veces escuchados son menos importantes: evitar la exposición solar entre las 10 y las 16 h (es decir, en la franja horaria de la infame tendencia que se ha puesto de moda); usar factor de protección solar SPF50+, especialmente en las pieles más jóvenes, y renovar la aplicación cada dos horas; cubrir la cabeza con un sombrero y los ojos con gafas de sol homologadas. ¿Cómo saber si nuestras gafas filtran debidamente los rayos UV? En el interior de la patilla de la gafa es donde se suele indicar “UV400” o “100% protección contra los rayos UV”, además de llevar el certificado de calidad CE que indica que se cumplen los estándares de la Unión Europea.
Cómo saber, desde tu móvil, cuándo el UV está alto
Es sencillísimo. En la aplicación de meteorología de tu móvil, la misma que usas para saber qué tiempo va a hacer el fin de semana que has programado una escapadita, debajo de las predicciones (baja hasta que lo encuentres, ya que dependerá del modelo y de la aplicación) aparece el índice UV, en una escala que va del 0 al 11+. Ahí vas a ver si está bajo, moderado, alto, muy alto o extremo.
¿Cómo saber cuál es el nivel óptimo o más saludable para ponerte al sol? La Aemet registra este baremo: por debajo de dos, el índice es bajo; de 2 a 5, moderado; de 5 a 8, alto; de 8 a 10, muy alto, y por encima de 11, extremo. El índice UV en el que es considerado seguro tomar el sol está entre 0 y 5, y a partir de 8 se recomienda no estar en el exterior o, de estarlo, buscar la sombra y hacerlo convenientemente protegido (ropa, gorro, gafas, protección). Recuerda: no es solo la estética, nos jugamos la salud.
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