Qué beneficios tienen las setas y cómo saber si son comestibles

Las setas tienen muchos beneficios para la salud, además de estar deliciosas, pero hay que asegurarse de ingerir especies que sean comestibles
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Es temporada de setas y queremos celebrarlo por todo lo alto. Deliciosas, nutritivas y tan fugaces como el otoño, no faltan en las mejores recetas culinarias de estos meses. Existen tantas variedades que puedes incluirlas en todo tipo de platos y, además, aprovechar todos sus propiedades. Incluso es posible que quieras hacer una escapada al campo con tu propia cesta de mimbre para recogerlas tú misma.
Es cierto que te animamos a comer setas en esta época del año, sobre todo por sus beneficios para la salud, pero al mismo tiempo es imprescindible saber cuáles son comestibles para no sufrir una grave intoxicación. Por eso te damos todas las claves para que disfrutes de las setas con total seguridad este otoño y te contamos cuáles son las especies más populares y seguras.
Beneficios de las setas
Además de su delicioso sabor, las setas son ricas en vitaminas, minerales, fibra y proteínas, por lo que la Fundación del Corazón recomienda su consumo para que disfrutes de todos estos beneficios:
- Salud intestinal: la fibra insoluble de las setas mejora el tránsito intestinal, combate el estreñimiento y previene problemas como hemorroides o diverticulitis.
- Poder saciante: las setas contienen lignina, que favorece la sensación de tener el estómago lleno tras su ingesta, lo que ayuda a tener control de peso.
- Acción antioxidante: las proteínas de las setas tienen el aminoácido ergotioneína, cuya cantidad varía en función del tipo de seta, y que ofrece una potente acción antioxidante, beneficiosa para nuestra salud y la prevención de enfermedades.

- Bajas en calorías: para seguir una dieta saludable las setas son ideales por sus grandes beneficios y su bajo aporte calórico, ya que su mayor porcentaje es agua.
- Cuidan la salud del corazón: las setas son ricas en vitaminas y minerales que son esenciales para combatir enfermedades cardiovasculares. Además, son bajas en sodio, lo que protege la presión arterial, sobre todo si no añades sal en exceso al cocinarlas.
- Ayudan a reducir el colesterol: Algunas setas son ricas en un ácido graso omega-6, el ácido linoleico conjugado, que ayuda a reducir el LDL o colesterol metabólico malo.
- Acción antiinflamatoria: ciertas setas son ricas en betaglucanos, un polisacárido al que se le otorga grandes beneficios como antiinflamatorio y protector del sistema inmunitario.
Cómo saber si las setas son comestibles

Aunque nos gustaría decirte otra cosa, lo cierto es que no hay características concretas que ayuden a distinguir una seta comestible de una venenosa. La única opción es identificar correctamente las especies seguras para poder ingerir, no guiarte por tu intuición o el aspecto de la seta. Si estás decidida a recolectarlas y no tienes experiencia en setas, debes hacerlo acompañada de alguien que sí la tenga o de un guía micológico.
La regla que no te puedes saltar es, como ya imaginas, no comer nada que no se haya identificado con total seguridad. Y para eso tendrás que fijarte en diferentes variables: dónde han crecido, el tamaño del piel y del sombrero, el olor y, sobre todo, el himenio, que es la parte fértil de la seta y se ubica bajo el sombrero.
Tipos de setas comestibles
Recuerda que debes tener mucha precaución a la hora de recolectar setas, pero para que te puedas hacer una idea aproximada, aquí tienes las especies comestibles más comunes:
Gírgola
Conocida como seta de ostra, es una de las setas más consumidas. Tiene una carne firme y espesa, y su sabor y su olor son muy agradables. Ideal para tomar cocinada a la plancha o salteada con ajos. La textura de la gírgola permite que se pueda utilizar como sustituta de la carne en diferentes recetas.
Trompetas de la muerte
A pesar de su nombre, no son venenosas. Tienen forma atrompetada y un color grisáceo que inspira su nombre. La superficie es lisa y tienen un hueco interior que llega hasta la base. Con un ligero sabor afrutado, son perfectas para risottos y platos de pasta.
Níscalos
Los níscalos o robellones son famosos por su espectacular sabor, que los convierte en una de las setas más codiciadas del otoño. Para saborearlos al máximo, lo más habitual es tomarlos cocinados a la plancha.
Senderuela
Una seta de pequeño tamaño muy reconocible por su elástica carne y por las gruesas láminas que tiene en la parte inferior del sombrero. Es muy sabrosa y posee un aroma intenso, pero se debe tener cuidado porque hay especies muy similares que sí son tóxicas.
Rebozuelos
Estas setas crecen cerca de los robles y encinas, y es muy fácil encontrarlas en esta época del año. Son de un color amarillento, a veces algo marrón, y se pueden cocinar en guisos de carne o pescado, y emplear en salsas de acompañamiento.
