Logo de Life Style
Life Style
Recetas

El plato mar y montaña que triunfa en Cataluña y replicado por chefs como Joan Roca: fácil y delicioso

Plato de albóndigas con sepia y, a la derecha, el chef Joan RocaInstagram/@cellercanroca y Getty
Compartir

Poco a poco, casi sin darnos cuenta, el gazpacho y los platos fríos van dando paso a los fogones. El otoño invita a meterse de nuevo en la cocina a preparar platos más contundentes, guisos que reconfortan el cuerpo y, por qué no decirlo, también el alma. Entre esos guisos hay uno que es un clásico en Cataluña, pero que fuera de allí no es especialmente conocido. Se trata de las albóndigas con sepia, un clásico de la gastronomía popular que han interpretado grandes chefs como Joan Roca, de El Celler de Can Roca.

PUEDE INTERESARTE

Es un plato bastante fácil de hacer, basado en el concepto “mar y montaña” de numerosos lugares de la costa, que gustará a grandes y pequeños. Joan lo incluye en su libro 'Las mejores recetas de mi madre', con el que homenajea a la mujer que lo inspiró para dedicarse a los fogones. Hoy te contamos cómo hacerlo. ¡Toma nota! 

Albóndigas con sepia al estilo de Joan Roca

Personas4 pax.
Tiempo45 min.
DificultadMedia
CosteMedio €

Ingredientes

  • 500 g de carne picada (de ternera, cerdo o mezcla de ambas)
  • 500 g de sepia limpia
  • 1 lata de guisantes
  • 2 cebollas
  • 2 tomates
  • 4 dientes de ajo
  • Perejil
  • Un puñado de almendras
  • 1 huevo
  • Miga de pan
  • Harina
  • 1 dl de vino blanco
  • Agua
  • Aceite de oliva
  • Pimienta negra
  1. Preparamos las albóndigas. Para ello, mezclamos la carne picada con el huevo y la miga de pan, previamente mojada y escurrida (en agua o en un poquito de leche: la miga sirve de aglutinante de la masa y aporta una textura más suave). Añadimos sal, pimienta, dos de los cuatro dientes de ajo picados y un poco de perejil picado. Mezclamos hasta lograr una masa homogénea y haremos bolitas que después pasaremos por harina.
  2. Cortamos la sepia en trozos regulares, de bocado.
  3. Freímos las albóndigas poniendo un poco de aceite de oliva en la sartén. No necesitamos que estén hechas por dentro: solo queremos dorarlas para sellar la carne y que no suelte su jugo. Las vamos sacando y reservando.
  4. Freímos después la sepia, pero en otra sartén. Importante: seca bien todos los trocitos con papel de cocina y, al freír, tapa la sartén (la sepia es un poco escandalosa y salta mucho).
  5. Rallamos el tomate, picamos la cebolla y hacemos un sofrito. Cuando haya adquirido un aspecto como de mermelada, incorporamos la sepia y las albóndigas, añadimos el vino y, cuando se haya evaporado el alcohol, cubrimos con agua y dejamos que haga chup-chup 20 minutos a fuego medio-bajo.
  6. Cuando queden unos 5 o 6 minutos, hacemos un majado con las almendras, los otros dos dientes de ajo y el perejil. Lo incorporamos al guiso, junto con los guisantes escurridos, y movemos para que se incorporen estos ingredientes al guiso.
  7. Probamos, rectificamos de sal y servimos.
PUEDE INTERESARTE

Algunos trucos para hacer más sencilla la receta

La verdad es que este plato, más allá del sofrito y de la confección de las albóndigas, tiene muy poco misterio. Es sencillísimo de hacer. Pero hay atajos para hacerlo aún más fácil. Apunta:

En numerosas grandes superficies ofrecen ya las albóndigas hechas, listas para echar a la sartén. No podemos obviar que en la elaboración se suman algunos conservantes, pero si te da pereza fabricar las albóndigas o vas mal de tiempo te vas a ahorrar un buen rato de cocina.

Tanto la cebolla como el ajo se venden picados y congelados. No solo te evitas el rato de cortar, sino también alguna que otra lágrima. El tomate entero lo puedes sustituir por tomate rallado: no vas a notar ninguna diferencia de sabor y vas a emplear un ratito menos en la confección del plato.

Del mismo modo, la sepia también se vende en muchos supermercados congelada y cortada. Otro paso que te ahorras. Si tomas todos estos atajos, las albóndigas con sepia no te llevarán más de 20 o 25 minutos y, créenos, vas a quedar de lujo con tus comensales.

Guarnición ideal para este platazo

Si viajas a Cataluña y pides este plato, verás que normalmente lo sirven sin añadidos, pero un arroz blanco o unas patatas fritas le van de lujo, claro. Eso sí: pongas o no guarnición, no puedes olvidar comprar un buen pan, porque la salsa de este guiso pide a gritos mojar, ¡ya lo verás!