Cómo saber si mi bebé está comiendo lo suficiente

La lactancia materna es suficiente para alimentar al bebé los primeros meses de vida, aunque nos entra la duda de si estará comiendo lo suficiente
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La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida del bebé. Las madres que pueden y desean amamantar a su bebé, comprueban con el tiempo lo cómoda que puede llegar a ser la lactancia, aunque no está exenta de retos o incógnitas. Posiblemente la más común es la preocupación por saber si el bebé está comiendo lo suficiente, ya que no hay forma de medir cuánta leche materna succiona e ingiere en cada toma.
Así que debemos estar atentos a otras señales que pueden indicarnos que se está alimentando correctamente (o que no es así). Son sencillas de detectar, ya que el bebé, aunque no puede hablar, puede mostrarte que está bien alimentado y satisfecho con la leche que recibe de su madre.
Señales de que el bebé está bien alimentado

Podrían resumirse en que el bebé realiza todas las funciones fisiológicas esperables, no está irritable y gana peso según se espera, pero aquí las tienes más detalladas:
- Hace pipí: esta señal es clara, ya que indica que el bebé recibe la leche materna y que expulsa lo que no utiliza a través de la orina. No te preocupes si durante los primeros días de vida orina poco, porque luego usará hasta 8 pañales diarios.
- El color de la orina: cuando el bebé está bien hidratado, algo que consigue a través de la lactancia, la orina es de color claro. Este es uno de esos datos que podrías pasar por alto y que conviene conocer.
- Hace caca a diario: tras expulsar el meconio el primer día de vida, el bebé comenzará poco a poco a hacer las cacas típicas del lactante (pastosas y de color mostaza). Aunque la cantidad es variable, un bebé bien alimentado hace varias todos los días.
- El bebé duerme: tras amamantar y recibir la cantidad de leche que necesita, el bebé duerme tranquilo.
- Gana peso: los bebés pierden peso tras el nacimiento, pero suelen recuperarlo en los primeros diez días de vida. Para comprobar que el tuyo gana el peso correcto, no hay nada mejor que el seguimiento de pediatra o matrona.
- Hace ruido al comer: aunque no es un sonido exagerado, sí se percibe con claridad cuando el bebé está succionando y tragando. Si está agarrado al pezón pero no succiona, no hay ruido.
- El tamaño del pecho: del mismo modo que las subidas de leche son evidentes y aumenta el tamaño del pecho, este disminuye tras las tomas y se siente más blando que al principio de la misma.
- Sientes hambre y sed: cuando el bebé amamanta correctamente, es habitual que la madre sienta hambre y sed, lo que significa que está tomando la leche.
.Señales de que el bebé no come lo suficiente
Presta atención a estas señales que pueden indicar que tu bebé no está comiendo todo lo que debería y no dudes en consultar lo antes posible con tu pediatra para que evalúe la situación, revise cómo le das el pecho o proponga un refuerzo alternativo:
- No hace pis o caca: es necesario que el bebé haga pis y caca a diario y varias veces, ya que, como hemos dicho antes, es una señal clara de que se está alimentando correctamente.
- El color de la orina: si tu bebé orina, pero el pis es oscuro, es un indicador de que está concentrado porque no está lo suficientemente hidratado. Es decir, no ha tomado la cantidad necesaria de leche materna.
- El bebé se irrita: si tras la toma el bebé no ha calmado su necesidad de comida, se muestra irritable y llora, ya que no está saciado.
- Sequedad en la boca: cuando no recibe el alimento necesario, puede que el bebé comience a tener la lengua y la boca secas, señal de que necesita hidratarse.
- Tomas largas: cuando pasan unos días sin que el bebé reciba el alimento necesario, aumenta el tiempo de las tomas y no parece estar saciado nunca.
- No gana peso: puede que lo detectes porque no recupera el peso que perdió al nacer o porque tras recuperarlo no consigue aumentarlo.
- No varía el tamaño del pecho: el pecho no es más blando ni menos prominente tras la toma porque el bebé no lo está vaciando.
Cómo conseguir una buena lactancia materna

Aunque al principio haya altibajos, con paciencia y buen asesoramiento se consigue afianzar la lactancia materna. Si puedes, comienza con ella en el mismo paritorio, a ser posible dentro de las dos horas siguientes al nacimiento, aunque no tienes por qué preocuparte si la empiezas más tarde, cuando te recuperes del cansancio del parto y ya estés con él en la habitación. Además, es importante asegurar un buen agarre de pezón para que el bebé succione correctamente y tú no tengas grietas o heridas, por lo que no dudes en pedir consejo a las profesionales que estén contigo. Y, por último, la lactancia materna eficaz es la que se ofrece a demanda y, aunque puede que te sorprenda la cantidad de tiempo que el bebé quiere estar al pecho, hay que dárselo siempre que lo pida.
