¿Qué es y cómo funciona el 'dry begging'?
El término 'dry beggin' hace referencia a un comportamiento dentro de las parejas
¿Qué es la responsabilidad afectiva y cómo se puede desarrollar?
La vida en pareja es compleja, hasta en el mejor de los casos, y para que funcione como debería, la comunicación es esencial. Sin ella, la resolución de conflictos se complica hasta llegar a ser imposible, o se generan malestares que, con o sin intención, terminan por hacer daño más pronto que tarde.
El término 'dry beggin' hace referencia a un hábito dañino que se produce entre las parejas y que cada vez identifican más los terapeutas y psicólogos. Descubre qué es y cómo funciona, porque si tú o tu pareja lo ponéis en práctica, vuestra relación corre un serio peligro y puede debilitarse sin que apenas te des cuenta… hasta que sea demasiado tarde.
Qué es el dry beggin
'Dry beggin' puede traducirse como “suplicar en seco” y se utiliza para hablar de un comportamiento pasivo-agresivo a la hora de pedirle cosas a nuestra pareja. Es una forma de manipulación emocional muy común que, prolongada en el tiempo, es una amenaza silenciosa que puede terminar con la relación.
¿Y cómo se pone en práctica? La persona que hace 'dry beggin' no expresa los deseos o necesidades a su pareja de forma directa, sino que realiza insinuaciones esperando que el otro las interprete correctamente y actúe en consecuencia. Hablamos de que se trata de una manipulación emocional porque el objetivo es conseguir que el otro haga lo que queremos apelando a su culpabilidad, de tal forma que se siente presionado a cumplir nuestra petición velada.
Cómo se hace el 'dry beggin'
Explicado de manera teórica, el concepto 'dry beggin' puede resultar confuso. Pero con ejemplos claros, como los que señala el New York Post, es muy claro ver cómo se trata de una conducta que muy posiblemente hemos reproducido o sufrido en alguna ocasión. Si tu pareja no te pide de manera directa que pongas la lavadora sino que utiliza una expresión del tipo "supongo que me tocará a mí otra vez poner la lavadora", está utilizando el 'dry beggin' contigo.
No olvides que puede ocurrir a la inversa. Otros ejemplos que utiliza el medio estadounidense son “sería genial no tener que hacer esto yo solo”, "la mayoría estaría feliz de tener a alguien que hiciera eso por ellos" o “ya no nos abrazamos como antes”. En todas estas frases hay una demanda oculta que se espera que el otro miembro de la pareja entienda y ofrezca una solución. Si no lo hace, la molestia es doble y la falta de empatía y comunicación se instala en la relación.
¿Una actitud intencionada?
Poner en práctica el 'dry beggin' es incuestionablemente dañino para una pareja, pero no siempre se hace con una mala intención. Aprender a comunicarnos de una forma clara, honesta y transparente es todavía un gran reto que debemos intentar alcanzar en nuestra vida, tanto para llevar una vida de pareja saludable como para el resto de relaciones personales.
Sin embargo, es cierto que se trata de un patrón muy utilizado por personas narcisistas que no tienen ningún reparo en manipular al otro y apelar a su culpabilidad con tal de no mostrar su propia debilidad. En cualquier caso, cuando el dry beggin se normaliza en una relación de pareja, esta se ve privada de desarrollar una comunicación sana, clara y directa, dando lugar a constantes malentendido y resentimientos que, al acumularse, pueden llegar a generar una ruptura.
Cómo evitar el dry beggin
Según el terapeuta Darren Magee, el primer paso para evitar el dry beggin es detectar si es un patrón que existe en la relación y valorar la frecuencia con la que se produce. Si uno de los dos (o ambos) siente que tiene que estar interpretando continuamente los deseos y necesidades del otro, es el momento de hablar de ello y buscar las fórmulas para favorecer una comunicación sincera y directa, sin dobles sentidos y en la que ninguno de los dos experimente culpabilidad.