Escoliosis en niños: la importancia de cuidar la espalda desde pequeños

  • La escoliosis es una desviación de la espalda que suele afectar bastante a los niños y que se debe corregir si su curvatura es muy pronunciada

  • En general la escoliosis más común es en la adolescencia y preadolescencia, teniendo un mayor impacto en las niñas que en los niños

Si hay algo que los padres siempre recalcan a sus hijos es el cuidado de su postura para que su espalda sufra lo menos posible, pues ya sabes que los pequeños tienden a acostumbrarse a posturas algo inadecuadas y siempre está ese miedo a que terminen padeciendo escoliosis. Y antes de que la curva de la columna vertebral se pronuncie más de lo debido, es mejor prevenir por los problemas que pueden acarrear después. Por eso mismo, su cuidado debe comenzar desde pequeños para evitar esos molestos dolores de espalda.

La escoliosis es un tema recurrente entre madres y padres porque es una patología que siempre está presente en algún niño. Aunque por lo general todos los humanos tenemos una pequeña desviación en la columna que impide que sea totalmente recta, la escoliosis es mucho más pronunciada, pues se nota a simple vista como las vértebras están desplazadas hacia un lado en forma de S o de C. Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), esa curva suele detectarse mayormente en la zona torácica o en la lumbar.

¿Por qué aparece?

Cuando la escoliosis aparece en niños suele llamarse escoliosis idiopática porque no se conoce con exactitud cuál es la causa de la deformación de la columna, aunque en algunos casos puntuales se habla de escoliosis congénita porque el niño nace con la columna curvada, probablemente porque no terminó de formarse correctamente durante la gestación. Además, con poca frecuencia la escoliosis puede surgir por una enfermedad neurológica, tumoral o infecciosa.

Debido a que la escoliosis idiopática es la más común, la AEP establece tres tipos distintos dependiendo de la edad de los niños. Cuando aparece entre el nacimiento y los 3 años se habla de escoliosis infantil, una curvatura que en muchos casos tiende a desaparecer a medida que el pequeño crece. Entre los 3 y los 10 años la AEP habla de escoliosis juvenil, mientras que a partir de los 10 se establece como escoliosis adolescente, la más común y que suele afectar más a las niñas que a los niños.

Un diagnóstico completo

El diagnóstico de una escoliosis no solo basta en la visualización del pediatra de la espalda en la que se nota la curvatura de la columna. El especialista debe hacer un examen corporal más a fondo en el que se distinga que la pelvis está equilibrada, es decir que las crestas iliacas se encuentran al mismo nivel, por lo que sus piernas tienen la misma longitud y no estarían afectando al desarrollo de su columna. Es normal que se busque una asimetría en los hombros, que uno esté más alto que otro, o que el niño, estando de pie, se incline hacia delante sin doblar las rodillas buscando tocar los pies con las manos para una mejor observación de la columna.

Además, para comprobar cuál es el grado de desviación se suele realizar una radiografía de la columna que mostrará con más exactitud la curvatura y determinará la gravedad de esta.

¿Cómo se puede corregir?

El tratamiento en los niños no siempre es el mismo, pues depende de su grado de complicación y de la edad, ya que puede que aún le falten años de crecimiento y desarrollo. En los casos normales en los que la gravedad no es muy grande, el especialista no suele dar un tratamiento específico, sino pautar una serie de hábitos posturales saludables para que la curvatura no siga avanzando o practicar deportes como la natación que le pueden ayudar a corregirla.

Pero cuando la desviación es más visible, hay que corregirla con métodos más específicos para frenar esa progresión que podría tener consecuencias en la edad adulta al no haberse corregido. En estos casos se suele hacer uso del temido y muchas veces incómodo corsé, con el que la espalda se mantiene fija y la desviación no sigue progresando. Mientras, en ocasiones puntuales se puede optar por la cirugía cuando el avance es muy rápido y la curvatura va a peor. La operación consiste en la fijación de las vértebras para corregir la curva. En el postoperatorio hay que tener cuidado, pues se ha tratado una zona delicada, por lo que se deben evitar movimientos bruscos hasta que los huesos hayan sanado.

El cuidado de la espalda es importante a cualquier edad, pues la escoliosis idiopática es muy común entre los más pequeños, en especial en las niñas. Por eso se debe cuidar la higiene postural y acudir con asiduidad a la consulta del pediatra para valorar la evolución de la desviación por si fuese necesaria la intervención de un tratamiento corrector de la postura.