Soraya Arnelas revela el porqué del nombre con el que llamarán al bebé que espera

Soraya Arnelas se encuentra esperando a su segunda hija. La cantante, pronto podrá cumplir su sueño de convertirse en madre otra vez, después de años intentándolo. Debido a la enfermedad que padece, Soraya creía que nunca más volvería a experimentar la maternidad, sin embargo, la vida le ha dado una nueva oportunidad.

La cantante y su pareja, Miguel Ángel Herrera, darán la bienvenida a su segundo bebé en octubre de este mismo año. Un parto por cesárea que se programará debido a las complicaciones y múltiples operaciones que la extremeña sufrió tras el embarazo de Manuela de Gracia. "Con Manuela tuve desprendimiento de uretra, estoy operada y ya los niños tienen que nacer así", explicaba hace unas semanas.

La finalista de Operación Triunfo ya sabe cómo llamarán a su pequeña, cuyo sexo conocían recientemente. Soraya y Miguel Ángel estaban convencidos de que su bebé iba a ser niño y el nombre de Mauro tenía todas las papeletas para convertirse en el elegido. No obstante, tras conocer que estaban esperando a una niña, la pareja inició una búsqueda de nombre cuando menos curiosa.

"Buscando señales para el nombre, porque nosotros somos muy de esas cosas, de repente paré el coche en un semáforo y vi un cartel que ponía Olivia, que era un nombre que ya nos gustaba", comenta la artista a Semana hablando del nombre que recibirá su pequeña. "Pero lo definitivo fueron los tres olivos que plantamos en el jardín de nuestra nueva casa", añade hablando de los árboles que recientemente plantaba en la casa que tiene a las afueras de Madrid. Otro de los motivos que ha llevado a la pareja a decantarse por el nombre de Olivia es que según ellos, "es un nombre que va muy bien con Manuela".

La noticia del embarazo de Soraya se filtró antes de lo que a ella le hubiese gustado. En aquel momento la cantante se encontraba de muy pocas semanas de gestación y, en lugar de confirmar la noticia, prefirió esperar hasta superar la barrera de los tres meses para poder hacerlo público. El estrés crónico que padece le hizo llegar a pensar que no podría tener más hijos, al menos de forma natural, una enfermedad que amplió su deseo fallido de mantener en secreto el embarazo hasta pasado el primer trimestre.