Una estilista analiza el comentado error de protocolo de Melania Trump en su cena con los reyes de Inglaterra
La esposa del presidente de los Estados Unidos apostó por la tendencia del 'color block' combinando un vestido amarillo con un cinturón de color lila
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su esposa, Melania están de viaje de Estado en Gran Bretaña. Allí han sido recibidos con pomba y boato tanto por los reyes como por los príncipes de Gales. Anoche tenía lugar una de las citas más esperadas, la cena de gala en el salón de San Jorge del Castillo de Windsor, un acontecimiento que se preparó con todo detalle.
En la estancia se instaló una mesa de 50 metros decorada con flores rosas, moradas y amarillas a la que se sentaron 160 invitados. Entre ellos, por supuesto, dos de las más esperadas eran Kate Middleton y Melania Trump. La primera deslumbró con un diseño de encaje floral y la tiara preferida de la princesa Diana. La segunda sorprendió por la elección del look, que en varios aspectos no se adecuaba al protocolo de estos solemnes eventos.
El look de Melania Trump en la cena de gala con los Windsor
En esta ocasión Kate Middleton y Melania Trump se reencontraban en una cena de gala después de seis años y para la cita la exmodelo apostó por un diseño de una marca que pertenece a un grupo español. En concreto era un diseño de Carolina Herrera -una de las favoritas de la reina Letizia-, que actualmente es parte del conglomerado empresarial Puig.
Es un vestido confeccionado en seda brillante de un vivo color amarillo que según el protocolo no sería el más adecuado para este tipo de citas nocturnas. La pieza tiene manga larga y se extiende hasta los pies con una abertura a uno de los lados que la hace más cómoda. "En cenas de gala con la realeza, se prefieren colores más apagados o profundos, porque transmiten elegancia y sobriedad; un amarillo tan intenso rompe con esa formalidad y concentra toda la mirada en ella, algo poco habitual en un protocolo tan rígido", detalla la estilista Deyse Santos.
Otro detalle que tampoco se ajusta al protocolo es el escote barco que deja al descubierto los hombros y la parte alta del pecho, este no sería el más indicado para un acto en el que la realeza se encuentra involucrada. "En un evento formal real, este tipo de corte se considera arriesgado porque muestra más piel de la habitual, cuando normalmente se esperan vestidos que cubran los hombros o que sean discretos, incluso en un look de noche", apunta la experta.
Por otro lado, la primera dama de los Estados Unidos, tuvo un detalle que tampoco se enmarca demasiado en un estilismo de noche. Y es que al vibrante color que ya tiene el vestido le sumó un cinturón de hebilla cuadrada y color lila que ejercía un contraste que recordaba a la tendencia del 'color block'.
Esta tendencia se fundamenta en la contraposición de colores saturados, creando contraste entre ellos, el resultado son looks diurnos, creativos y divertidos. "Combinado con el cinturón lila, que no favorece del todo el conjunto, el resultado pierde parte de la elegancia que debería transmitir", explica la estilista.
Donde sí acertó la esposa de Donald Trump es en la elección del calzado, ya que puso en práctica un truco de estilismo clásico que siempre funciona. Y es que apostó por unos clásicos salones de color nude que se funden con el tono de su piel. De esta forma lo que consigue es alargar visualmente la longitud de sus piernas y estos se subraya con la abertura de la falda del vestido en uno de los laterales.
Melania llevó su melena suelta con ligeras ondulaciones y dispuesta hacia atrás. En cuanto a los complementos, dejó todo el protagonismo a una sola joya que añadía luminosidad y dinamismo a su rostro: un par de pendientes en forma de lágrima con piezas móviles compuestos de diamantes y esmeraldas.
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