En una nueva entrega de 'Royals', Concha Calleja explica la "nueva fórmula" que estaría negociando Harry con la casa real britránica que lo acercaría Reino Unido. ¡Dale al play!
Concha Calleja cuenta la verdad sobre el Megxit: "Fue una huida, a Harry y Meghan les tendieron una emboscada"
La reunión fue en Londres, en el Royal Over‑Seas League, un club privado justo al lado de Clarence House. No hubo comunicado, ni imágenes oficiales, solo una conversación larga, entre los responsables de comunicación del rey Carlos y los del príncipe Harry. No estaba Guillermo. No fue invitado.
La monarquía británica atraviesa uno de sus momentos más frágiles en décadas. Un rey enfermo, una princesa de Gales apartada por necesidad, un heredero solo y un príncipe Andrés completamente silenciado. El margen de maniobra es mínimo, y Harry, el mismo que se fue entre reproches, podría ser ahora una de las pocas piezas disponibles para sostener el tablero real.

El posible nuevo papel de Harry dentro de la familia real británica
Lo que se está negociando no es un regreso completo, ni un perdón público. Es una fórmula nueva, un papel parcial, desde Estados Unidos, trabajando solo en determinados temas y cuando sea necesario. Algo parecido a lo que ya propuso en su momento a la reina Isabel; vivir en Canadá, seguir vinculado a la institución, pero sin obligaciones diarias. Aquel plan no prosperó, pero la idea de estar “medio dentro, medio fuera” nunca desapareció.
La necesidad cambia las prioridades. Y ahora mismo, la institución necesita reforzar su imagen. Harry tiene algo que el resto ha perdido, y es ese contacto con la calle, presencia mediática sin desgaste, causas propias. No es perfecto, pero es útil. Y la utilidad, en estos casos, pesa más que el orgullo.
Guillermo no lo acepta. Guillermo está molesto por haber sido apartado de las negociaciones. Cree que todo esto pone en cuestión su papel como heredero. O lo debilita. La relación entre los hermanos está rota desde hace tiempo, y este movimiento no ayuda.
El futuro de Harry y Meghan con Netflix
En paralelo, Harry y Meghan siguen en conversaciones con Netflix. No hay ruptura, solo un contrato que vence y precisa revisión para renovarlo. El contrato continuará, pero con ajustes. Menos enfoque personal, más contenido social. Temas como salud mental, cocina, medio ambiente o veteranos. La línea es clara: dejar atrás el conflicto con la familia y empezar otra etapa.

Todo apunta a una reconfiguración y no un regreso triunfal, ni un acto de reconciliación pública. Algo mucho más práctico, más sutil, y que de mucho menos de que hablar; un acuerdo funcional, pensado para sobrevivir al momento.
No hay -ni habrá- grandes discursos, ni necesidad de escenografía. Solo, lo que estamos viendo ya, dos partes que se necesitan más de lo que quieren admitir.
Harry sigue en California. Pero ya no está tan lejos.
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