Kim Kardashian confiesa: "El mayor dolor que he sentido en mi vida ha sido con el vestido de la gala MET"

  • Le dijo a Anna Wintour: "No puedo sentarme a cenar"

  • "Tengo que enseñarte fotos de las llagas y hendiduras que dejó en mi espalda y en mi estómago"

La horrible frase clásica que creíamos que ya olvidada 'Para estar guapa hay que sufrir' parece que ha sido llevada a gala por Kim Kardashian hasta límites insospechados. La empresaria ha hecho una serie de confesiones en una entrevista en profundidad para el Wall Street Journal Magazine, en la que habló con la periodista desde estrategias de marketing hasta de fajas y operaciones de costillas.

Hablando de su aspecto físico, y su preparación para los eventos, Kim Kardashian reveló cuánto sufirimiento pasó en la noche de la última gala del MET, en la que ella llevaba un vestido diseñado por Thierry Mugler con una cintura de avispa. Tan ajustada que a Kim esa noche le faltó el oxígeno, no pudo sentarse en ningún momento y al regresar de la fiesta tenía marcas y muchos dolores ¡Como lo estás leyendo!

El vestido en cuestión era una pieza de silicona color carne, con organza y cristales a modo de lágrima que moldeaba la figura de Kardashian de manera que parecía una muñeca de cuerpo irreal con cintura estrechísima y amplísimas caderas. Una puesta en escena muy importante para Kim, que estaba nerviosa con su look para una de las galas en las que los vips más se trabajan los estilismos y el factor sorpresa, y para el diseñador, Thierry Mugler, que hacía veinte años que no sacaba un diseño nuevo.

En realidad la prenda 'asfixiadora' no era el vestido en sí, si no una faja o corsé que llevaba por debajo. Ya sabemos que Kardashian es especialmente aficionada a las fajas y ropa interior moldeadora, tanto que ha sacado su propia firma para que puedas llevar los vestidos que ella lleva. ¿O se te quitan las ganas?

Kardashian tuvo que ir de pie agarrada a una barra en la furgoneta que la llevó a la gala del MET, porque el vestido y la faja no le permitían sentarse. Una vez en la gala, se justificó con Anna Wintour, organizadora del evento: "Anna, estaré por ahí saludando a la gente y charlando, pero no puedo sentarme a cenar".

Nunca he experimentado un dolor igual a ese en mi vida

“Nunca he experimentado un dolor igual a ese en mi vida, tengo que enseñarte foto de las marcas que me dejó el corsé cuando me lo quité. Las llagas y hendiduras que dejó en mi espalda y en mi estómago”, contaba a la periodista durante su entrevista con el WSJ magazine.