Chenoa y Miguel Sánchez Encinas se casan: tres años de relación, una pedida en Roma y una boda aplazada

  • Miguel Sánchez Encinas y Chenoa están a punto de convertirse en marido y mujer

  • La cantante y el urólogo se darán el 'sí, quiero' el próximo viernes en Mallorca

  • Repasamos los tres años de relación de esta pareja y los contratiempos a los que han tenido que hacer frente antes de su gran día

Es el evento más esperado del año en el papel couché. Chenoa y Miguel Sánchez Encinas se darán por fin el ‘sí, quiero’ el próximo viernes 17 de junio. Dos años más tarde de lo esperado a causa de la pandemia, la cantante y el urólogo pondrán el broche de oro a su historia de amor con un enlace civil que tendrá como telón de fondo la isla de Mallorca. En el vídeo que encabeza esta noticia puedes ver cómo es el espectacular sitio que han elegido para celebrar su gran día.

Se han filtrado pocos detalles de esta esperada boda, por ejemplo, que el vestido de novia ha sido diseñado por Hannibal Laguna o que la ceremonia será tan íntima que ni siquiera han sido invitados la inmensa mayoría de compañeros de Operación Triunfo. En este contexto, a escasas horas de que llegue el gran día, en Divinity echamos la vista atrás para recordar cómo han sido estos tres años de relación.

Laura y Miguel se conocieron en una cena de amigos

El jefe del servicio de urología de la Universidad Rey Juan Carlos, divorciado y padre de una hija, conoció a la artista en una cena de amigos que tuvo lugar a principios de 2019. La intérprete de icónicos temas como ‘Cuando tú vas’ o 'Absurda cenicienta' se quedó prendada de su físico, de su personalidad y de su voz esa misma noche: “Nos sentaron en la mesa y me lo pusieron en frente, y le dije a mi amiga: ‘Ni de coña, lo quiero al lado”.

Cupido lanzó sus flechas y, una vez finalizada la velada, Chenoa pidió a Miguel que la acercara a casa, aprovechando el trayecto para proponerle una cita al día siguiente. Tan cómodos estaban en la posterior quedada que el plan se alargó hasta la madrugada. Ahí se dieron cuenta de lo mucho que tienen en común pese pertenecen a dos ámbitos completamente contrapuestos.

Tras unos meses en los que continuaron conociéndose más a fondo, llegó el momento de la presentación oficial. Ocurrió en una cena de reencuentro con algunas compañeras del talent show musical que le lanzó a la fama. Nuria Fergó, Natalia, Gisela y Chenoa cenaban con sus respectivas parejas en un restaurante, tomándose una foto para el recuerdo que confirmaba el romance de la compositora.

La pedida de mano de Miguel Sánchez Encinas y Chenoa en el Monte Aventino    

A partir de esa velada decidieron no esconderse más: cenas, paseos, planes culturales… Y en junio llegaban las primeras especulaciones sobre la boda tras la aparición de un anillo en la mano de Chenoa, que confirmaba inmediatamente la feliz noticia. Durante unas vacaciones en Roma, en lo más alto del Monte Aventino, que cuenta con unas vistas idílicas de la ciudad, Sánchez hincaba rodilla, pese a la actitud y el estado de su novia en esos momentos tras tantos kilómetros recorridos a pie.

“No quería subir porque llevaba cinco horas andando y cuando me sube me dice 'venga que te hago otra foto', todo negativo porque estaba negativa y cuando me pongo allí, él estaba de rodillas con el anillo. Le dije 'no te creo'. Además, yo llevaba unos pelos de loca, sudaba porque hacía mucho calor, pero luego fui muy feliz”, le pilló por sorpresa esta propuesta.

Una boda que llega dos años después de lo previsto

Tras la emoción inicial, la pareja comunicaba su compromiso a sus seres queridos, emplazándoles en un principio al 14 de junio de 2020, coincidiendo con el cumpleaños del novio. Sin embargo, sus planes y preparativos se vieron pausados abruptamente por la crisis sanitaria, quedando la boda en suspenso indefinidamente, ya que se negaban a celebrar su gran día con mascarillas y detrás de “una mampara”.

Miguel y Laura buscaron un día para 2021, pero de nuevo el coronavirus y sus diferentes olas entorpecieron nuevamente sus intenciones. Ahora, dos años después de la primera fecha, gracias a la efectividad de la vacuna, formalizarán su relación en una ceremonia muy diferente a la que tenían en mente inicialmente: “Tienes que tomar decisiones que te parten el corazón, pero yo necesito que los míos estén bien. Mi abuela tiene 98 años y no puedo permitirlo”. Una boda que llega con dos años de retraso pero que les ha servido para estar aún más convencido de que han encontrado a la persona con la que quieren compartir el resto de sus vidas.