Nuevos estímulos y una buena comunicación: claves para recuperar el deseo sexual

  • Que el deseo sexual en una pareja no esté siempre en su punto más alto es algo completamente normal.

  • Pero si sentimos que la falta de deseo nos preocupa y queremos que la libido se ponga en funcionamiento, toma nota de cómo hacerlo.

Si bien mantener una vida sexual activa y saludable es algo que recomienda hasta la OMS, lo cierto es que llevarla a cabo depende de determinados factores que no siempre están a nuestro alcance, como es sentir deseo sexual. La libido es un elemento caprichoso que puede ausentarse en una relación de pareja, pero que es posible recuperar si ponemos un poco de nuestra parte.

Las razones para que el deseo sexual no aparezca, por mucho que nos apetezca que lo haga, son de distinta índole. En ocasiones su ausencia se debe al estrés, pero también puede verse afectado por algunos medicamentos, baches en la relación de pareja, trastornos endocrinos o la menopausia.

Lo importante es que el deseo es como el Ave Fénix, que puede renacer una y otra vez de sus cenizas. En ocasiones lo hace de manera natural, pero puedes ayudarle con alguno de estos consejos que os permitirán, a ti y a tu pareja, retomar vuestra vida sexual por todo lo alto.

Una buena comunicación en la pareja

El sexo en pareja es cosa de dos, y no puede ser fluido si hay problemas de comunicación entre las dos personas, ya que esto propicia la pérdida de deseo sexual. Y si hay un problema de deseo sexual, es necesario hablarlo, pero si la falta de comunicación nos impide hacerlo estaremos ante la pescadilla que se muerde la cola.

La comunicación es tan esencial en la pareja, que desde ahí hay que afrontar cualquier altibajo en el que nos encontremos, incluyendo los relacionados con el sexo. Las claves para que el diálogo funcione son hacerlo siempre desde la cooperación y la empatía, sin reproches, escuchando lo que siente el otro y procurando avanzar los dos en una misma dirección.

El deseo necesita estímulos

Y si estos desaparecen, el deseo también. Más allá de la química o atracción que pueda haber entre dos personas, la imaginación y la fantasía juegan un papel importante en la relaciones sexuales. Estimular el cerebro en pareja es una forma muy efectiva de activar el deseo, bien a través de una lectura erótica, o de películas y series con un elevado tono sexual.

Hablar de sexo, de lo que nos excita y nos apetece, y conocer los deseos del otro, no solo nos permite poder llevar a cabo nuestras fantasías y las de nuestra pareja, convirtiéndolas en deseo común, sino que, además, es muy (muy) excitante.

Sentirse bien con uno mismo

Los altibajos en la forma de mirarnos a nosotros mismos también forman parte de la vida, y desear y ser deseado cuando nos encontramos en esas horas bajas puede resultar complicado (que no imposible). El origen de todo amor y deseo parte de la percepción que tenemos de nosotros, por lo que es de suma importancia querernos y aceptarnos como somos. Y eso implica tanto lo físico como lo mental.

Es decir, debemos abandonar cualquier asomo de mirarnos de manera negativa, y poner nuestra atención en destacar todo aquello bueno que tenemos. Revisa cada día aquellas cosas que has hecho bien y que te han hecho sentir bien, y dales el valor que tienen. Al mismo tiempo, detente en qué actitudes o acciones te provocan el efecto contrario, y busca la manera de introducir cambios en tu vida que te ayuden a desterrar aquello que tiene un efecto negativo sobre ti y tu autoestima. Por ejemplo, si te puede el estrés, quizás es momento de introducir alguna técnica de mindfulnes en tu rutina diaria o comenzar a practicar ejercicio, ya que el deporte hace que liberes hormonas de la felicidad, y también del sexo.

Adiós a la rutina

Lo sabemos, la rutina es uno de los principales enemigos de cualquier relación de pareja, incluyendo todo lo relacionado con el sexo. Si vuestros encuentros han caído en la rutina es hora de buscar nuevos estímulos que despierten el apetito sexual y os permitan experimentar nuevas sensaciones. La juguetería erótica que tenemos a nuestra disposición, de todo tipo, puede ser un aliciente de lo más variado y excitante para recuperar el deseo y volver a disfrutar de las sesiones de sexo.

Sexo en solitario

La masturbación no debe desaparecer cuando tenemos una relación de pareja, ya que forma parte del bienestar propio y, además, mantiene las ganas de tener relaciones sexuales. Masturbarse es una de tantas formas de tener sexo que, además, nos ayuda a conocernos mejor en el plano sexual, a saber qué es lo que nos gusta y qué necesita tu cuerpo para sentir excitación y placer. Por lo tanto, quizás para recuperar la pasión entre dos también hay que dedicarse ese espacio de placer a uno mismo.

Pedir consejo a un especialista

Si sentimos que la falta de deseo sexual no es algo meramente pasajero y puede llegar a convertirse en un problema para la relación no hay que dudar en acudir a un especialista. A veces por nosotros mismos no somos capaces de llegar a saber qué nos ocurre ni cómo podemos solucionarlo. Por eso recurrir a la ayuda de un profesional puede ser la mejor opción para acabar con una situación que nos preocupa y que queremos resolver.