Isabel Preysler defiende su decisión de publicar sus cartas con Mario Vargas Llosa: "No creo que molesten"

La socialité ha presentado sus memorias, 'Mi verdadera historia': repasamos todos los titulares y frases que ha dejado la rueda de prensa
El libro incluye varias cartas que intercambió con el escritor durante su relación: así ha hablado de la posible respuesta de los Llosa
Muchas de las dudas en torno a la publicación de 'Mi verdadera historia', el libro de memorias de Isabel Preysler, han girado, desde que se supo de su existencia, sobre el contenido del mismo. ¿Qué episodios de su vida serían plasmados por escrito en primera persona para que el público los conociese realmente? Se sabía que se iban a abordar, en profundidad, sus amores más conocidos, los que protagonizó junto a Julio Iglesias, Carlos Falcó, Miguel Boyer o Mario Vargas Llosa. Sobre este último, en concreto, la socialité ha optado por narrar sus vivencias y, además, publicar varias cartas que se intercambiaron durante los casi ocho años que estuvieron juntos. Así ha hablado de ellas y de esta decisión en la rueda de prensa de la presentación del libro, en la que ha estado esta web.

El último de los dieciséis capítulos que componen la obra lleva el título de 'Desmentidos y cartas de amor'. Y estas palabras resumen a la perfección el contenido del mismo. A diferencia de lo que relata sobre otros hombres de su vida, en el caso del escritor peruano, Premio Nobel de Literatura, fallecido esta pasada primavera, la aristócrata ha optado por demostrar, con su narración, que Mario siempre fue feliz junto a ella, pese a lo que en ocasiones se ha deslizado desde el clan Llosa. "Se ha inventado tanto sobre nuestra relación que me llevaría demasiado tiempo y espacio desmentir todas esas falsas informaciones", reconoce en el libro.
El contenido de las cartas de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa
Es por eso por lo que, más allá de un breve pero sincero y contundente repaso por su romance, hablando de dinero o de episodios complicados de salud, Isabel ha optado por publicar algunas de las "muchas cartas" que se escribieron en ese tiempo y que sea el lector el que saque sus conclusiones. Hay referencias constantes a la "felicidad" que reconoce sentir el literato , lo "mucho" que la echa de menos cuando se separa de ella y los sentimientos que ambos se profesan, entre otras confesiones cariñosas.
En su última carta, ella le transmite su decisión de romper definitivamente la relación sentimental que mantenían. Además de citar el deterioro de su vínculo, de la pérdida de "ilusión, complicidad y alegría", Preysler cita una "ridícula escena de celos" de él en una fiesta, llegando a criticar el comportamiento de su por entonces pareja. "Lo que de verdad hace imposible la convivencia es la mala educación y tú estás muy maleducado […] No voy a soportar tus idas y venidas sin, por lo menos, una explicación", le exigía.

Isabel habla de la posible reacción de los Llosa a la publicación de sus cartas
En la rueda de prensa de presentación de libro, celebrada en unos de los salones del Hotel Mandarín Oriental Ritz, en el mediodía de este 22 de octubre, ha habido preguntas sobre las cartas de Vargas Llosa, sobre el hecho de publicar las memorias meses después de su fallecimiento y sobre si teme que el entorno del autor pueda tener reacciones públicas o, incluso, tomar medidas legales por revelar estas cartas. Así ha respondido:
"No he esperado a que él falleciera, estaba escribiendo el libro y él se murió mientras lo terminaba, yo creo que lo terminé incluso antes de que se muriese", ha explicado. "No hay nada, absolutamente, las cartas son mías y puedo publicarlas. Solo he expresado que lo que su entorno ha dicho de que no era feliz... quería demostrar que eso no era verdad, yo era feliz y que él también lo era, publico las cartas por eso, simplemente eso. El resto de lo que yo escribo son correcciones de cosas falsas que se han dicho, no hago más así que no creo que pueda molestar a absolutamente nadie", ha expresado.

Así comenzaron Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa
Se conocían desde hacía décadas y mantenían una cierta amistad, pero fue en 2015, pocos meses después de que ella se quedase viuda tras la muerte de Miguel Boyer, cuando sus caminos volvieron a juntarse. En febrero de ese año él la llamó a ella para comer y ella le propuso que fuese a su casa, el plan se repitió en un par de ocasiones y poco después, ese mismo mes, a la salida de una fiesta, él la besó en un ascensor. "Ahí empezó todo", recuerda. Convivieron durante ocho años, en los que Preysler pudo conocer su "parte más humana, cotidiana, la del día a día", así como su verdadera personalidad, que define como "muy compleja". Ella recuerda constantemente en la obra que él fue "muy feliz" en su convivencia diaria.