Top ten de brazos menguantes

ANGELINA JOLIE, CRUFICADA POR LOS TABLOIDES.-Hace dos semanas la revista ‘Star’ sacaba a Angelina Jolie en portada al grito nada glamuroso de una posible ¡recaída en la heroína! Según el reportaje, la actriz habría bajado hasta los 45 kilos y Brad Pitt habría tenido que intervenir. En Cannes, cuenta el magazine, estaba bastante ida, “como una zombie”, y acompañada de ‘extraños’, escrito así, con comillas. Sin más prueba que el testimonio de un camarero que había visto restos de cocaína en la taza del váter, la noticia engrosaba la lista de hipótesis pirómanas propia de los tabloides, pero la fotografía de la portada era irrefutable: ese brazo amenaza con caerse al suelo en cualquier momento.

LEANN RIMES, CAREO EN TWITTER CON LOS FANS.-Más difícil de llevar ha sido el marcaje al que algunos fans han sometido a la cantante LeAnn Rimes, la autora de la BSO de Bar Coyote. A partir de este reportaje de 'In Touch', donde según las averiguaciones del redactor, el médico le ha recomendado que coja al menos cinco kilos si quiere quedarse embarazada, y unas fotos de su luna de miel en la playa, en twitter han llegado a llamarla “saco de piel y huesos”. Críticas a las que respondió corrigiendo que eso que describían como piel huesuda eran ni más ni menos que abdominales.

CLAUDIA SCHIFFER, LA ‘FLACA’ DE CANNES.-Hasta Angelina Jolie acusada esos días de heroinómana tenía mejor aspecto que ella en Cannes. A Claudia, reina indiscutible del papel, recuerdo lejano en la era digital, le dedicaron lindezas como “demacrada”. Especialmente en los huesos estaban sus clavículas y omóplatos. Ni que decir tienen sus brazos.

ALLEGRA VERSACE, POBRE NIÑA RICA.-No son ningún secreto los problemas de la sobrina de Versace con la anorexia, tampoco que es una de las chicas más ricas del planeta, pero precisamente por ese motivo no deberían ser un tema recurrente cada vez que se deja fotografiar. El photocall de este acto en Nueva York sirvió para que la prensa holandesa reflexionara sobre su mirada. La juzga triste y desvaída y aprovecha para avisar a navegantes de que es la prueba andante de que el dinero no da la felicidad. El bracito, eso sí, entra directo a la colección.

RACHEL ZOE, HAZ LO QUE DIGO NO LO QUE HAGO.-Una de las diseñadoras de moda más famosas por su insistencia en revitalizar los sesenta y los setenta parece que, a fuerza de profundizar en el pasado, empieza a experimentar en su propio cuerpo con estrellas de la época como Karen Carpenter. Reducida a la mínima expresión, no se sabe si lo que le cuelga es un brazo o la percha del vestido.

VICTORIA BECKHAM, EL RETORNO.-Con todo resuelto para este verano, ya tiene lista la casa en la que dará a luz a su hija, la señora del interior diestro volverá tras el embarazo a lucir su resplandeciente delgadez ante el mundo entero. Sus bracitos sutiles como pinceladas impresionistas regresarán. El porqué, su propia lógica: la ex Spice ha dicho en alguna ocasión que adelgaza tanto porque ha sido madre tres veces y eso es lo que le hace tener un metabolismo que quema la comida cual locomotora del transiberiano. Con tres retoños y un cuarto a punto de nacer, la cosa sólo puede ir a más. Si antes ya compraba en la sección infantil, igual ahora puede compartir algunas prendas con su nuevo bebé.

LINDSAY LOHAN, ‘OZ ODIO A TODOZ’.-Rubia maldita como pocas, Lindsay está de actualidad porque quiere encarnar el papel de ‘Carrie’ en el próximo remake de este clásico del terror en el que una chica que odia a todos sus compañeros de clase, cual Cartman de South Park, desarrolla poderes mentales para acabar con ellos. Recluida en su casa por los paparazzi, acosada desde tiempos inmemoriales y encadenando problemas con la ley, el tatuaje que luce en el brazo es indicativo de sus anhelos más profundos con lo que le rodea: San-gre –dicho en letra gótica, que da más miedo-. En sus últimas vacaciones en Miami un paparazzi lo inmortalizó en una serie en la que Lindsay se tenía que esconder tras la toalla hasta el mismísimo moño de la persecución. De todas formas, lo que es el brazo, bien provisto de tendones, entra en el top ten.

CATALINA MIDDLETON, ¿DUQUESA DUKAN?.-Es la comidilla del couché internacional. Si Kate siguió la dieta Dukan para llegar a la boda o si fue la propia boda la que la consumió por cosa de los nervios. El caso es que parece un principio inexorable de la Física que las neoprincesas adelgazan cuanto más se acercan al trono. Al menos en el paso de Kate a Catalina se han quedado por el camino una buena cantidad de esos nutrientes que el cuerpo guarda en sus despensas. Dos de ellas están en los brazos.

LETIZIA ORTIZ, PERFECCIONISTA HASTA EN LA LÍNEA.-El caso de la Princesa de Asturias es de los más enigmáticos. Comenzó variando su peso como si ocultase en el bolso un mando a distancia para su propio metabolismo. Pero a partir de 2006, bajó de peso como quien se tira por un tobogán. En la preboda de Kate-Catalina , llamó la atención que descubriera precisamente sus brazos, habida cuenta de que se podrían romper en mil pedazos al mínimo codazo de complicidad de algún miembro cotilla y criticón de la aristocracia.

HILLARY SWANK, NO SOY YO, ES MI PAPEL.-En los Oscar 2011 le cayeron buenos palos por su vestido de plumas y su poco peso. Si tuviera que protagonizar ahora ‘Million Dollar Baby’ se trataría de la primera película de boxeo que homenajeaba a la categoría minimosca, púgiles de entre 47 y 48 kilos. De hecho, Hillary se reputaba hasta hace poco por la musculatura que le había legado el papel que le dio Clint Eastwood. Tal vez este adelgazamiento tenga que ver con su papel en ‘Víctima perfecta’, en el que desde aquí le deseamos que no se meta tanto en él por su propia seguridad.