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Gema Cabañero, experta antiaging, sobre los tratamientos no invasivos: "El rejuvenecimiento es más progresivo"

Mujer sometiéndose a un tratamiento de aparatología cosméticaPexels/Anna Shvets
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Cada vez son más las celebridades que se arrepienten de haberle metido un bisturí a su rostro; también son cada vez más las que hablan sin tapujos de tratamientos estéticos no invasivos, en detrimento de la cirugía plástica. Melanie Griffith, Courteney Cox o Nicole Kidman han explicado sus experiencias con el bótox o los rellenos y no en los mejores términos, precisamente. Pero ¿se puede rejuvenecer el rostro sin recurrir al bisturí? “Definitivamente sí”, explica Gema Cabañero, fundadora de la clínica antiaging del mismo nombre. “La ciencia ha avanzado mucho en lo que respecta a frenar el envejecimiento. No hay más que ver cuánta importancia ha cobrado, por ejemplo, cómo nos alimentamos. Porque rejuvenecer es lo que se ve por fuera, sí; pero porque también debemos mejorar el interior”.

Ultherapy: el lifting sin cirugía

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Se publicita así, como un lifting sin cirugía, y es cierto. De hecho, es el único aprobado como tal por la FDA (Food and Drug Administration), la Agencia del Gobierno de los Estados Unidos que regula la seguridad y eficacia de alimentos, medicamentos y cosméticos. Su prestigio mundial no deja lugar a dudas de que Ultherapy es seguro, sí, pero también eficaz. La página web de la marca habla de más de tres millones de usuarios en todo el mundo, con un grado de satisfacción del 95% pasado un año.

En España, celebridades como Violeta Mangriñán, Patricia Conde o Vicky Martín Berrocal recurren a este sistema. ¿Por qué? Porque tensa la piel de rostro, cuello y escote, reduce el doble mentón, eleva cejas y pómulos, borra arrugas y promueve que sea el propio organismo el que fabrique nuevo colágeno y elastina. “Mediante una tecnología de ultrasonidos focalizados logramos ‘atacar’ las zonas más envejecidas; sabemos cuáles son gracias al ecógrafo que incorpora este sistema. De este modo, personalizamos la terapia y damos a cada rostro específicamente lo que necesita”, explica Cabañero, que añade: “Acaba de salir un Ultherapy de nueva generación llamado Ultherapy Prime, que es más rápido y efectivo que su hermano mayor, y es con el que contamos en nuestro centro”. Desde la clínica nos dicen que una sola sesión al año basta. Al salir podemos retomar nuestras actividades y, a lo largo de las semanas, incluso meses, veremos cómo nuestra piel va regenerándose de manera natural. Eso sí, es caro (en torno a los 2.000 euros el rostro completo), pero es cuatro veces más barato que un lifting. Además, en algunos centros dan la opción de pagar a plazos o de focalizar el tratamiento solo en las zonas con más falta de colágeno, lo que también reduce el presupuesto considerablemente.

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Radiofrecuencia: el calor que "no se nota"

Los sistemas de radiofrecuencia también son muy eficaces, aunque están lejos de los resultados de Ultherapy. Sin embargo, muchas famosas recurren a este tipo de tratamientos (con nombres comerciales como Indiba o Symmed), ya que estimulan también la producción de colágeno y elastina subcutáneos mediante un calentamiento dérmico interno (que apenas percibimos en la sesión). Este tipo de tecnologías precisan de un mayor número de sesiones (en torno a seis u ocho, aunque va a depender de las necesidades de cada piel), y también vamos a percibir que nuestra piel sigue mejorando días después del tratamiento. “Se trata de un método eficaz que es, además, una experiencia sensorial muy placentera”, añade Cabañero; "eso sí, hay que valorar a cada usuaria: hay determinados rellenos o tratamientos previos con los que no se puede usar radiofrecuencia".

El precio de una sesión de radiofrecuencia va a depender mucho de la marca comercial que esté detrás, del tipo de tratamiento que hagamos, del centro estético al que acudamos e incluso de la experiencia de quien la aplica. Por eso vamos a ver una horquilla de precios muy amplia en el mercado, que puede ir de los 50 euros a los 200 por sesión (a menudo, los propios centros ofrecen packs de varias sesiones para abaratarlos).

Enzimas y células madre

Las células madre se llevan empleando con gran éxito en tratamientos médicos para regenerar tejidos. Esta tecnología llega también al mundo de la cosmetología avanzada gracias a tratamientos no invasivos con las llamadas “enzimas mensajeras de transferencia”. “Las células madre tienen la capacidad de subdividirse y convertirse en células especializadas, pero su crecimiento se ralentiza con la edad", comenta Gema Cabañero. La base científica de nuestro protocolo en concreto, al que hemos llamado Cellular Renew Complex, es el uso de estas enzimas para aplanar la curva del envejecimiento, para ralentizarlo, y asegurar un rejuvenecimiento progresivo de la piel a lo largo de 50 días combinando tratamientos en cabina con mantenimiento en casa”. 

La aparatología no invasiva tiene sus pros y sus contras, por supuesto. “Tú sales de una sesión de neuromoduladores o de rellenos dérmicos de ácido hialurónico con un aspecto rejuvenecido de inmediato, siempre que acudas a una clínica que te dé las garantías médicas imprescindibles, claro está. La aparatología no invasiva va más despacio. A cambio, vamos a obtener un rejuvenecimiento más progresivo, que no altera la expresión facial ni la estructura del rostro. Todo está en qué prefieres: si algo más inmediato o más natural”, explica la experta Gema Cabañero.

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