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Todo sobre la ceremonia de plantación, el ritual de boda para unir a la pareja

Un rito al que cada vez más parejas recurren. Pexels
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En las bodas actuales, cada detalle cuenta y muchas parejas buscan gestos con significado más allá de los típicos discursos. Entre ellos, la ceremonia de plantación se ha convertido en uno de los grandes favoritos. Se trata de un ritual sencillo pero lleno de simbolismo, donde los novios plantan juntos un árbol o una planta durante su boda. Más que un acto decorativo, es una forma de celebrar la unión de manera auténtica, sostenible y memorable.

Ahora bien, la gran pregunta es, ¿a qué se debe? Plantar un árbol simboliza mucho más que tierra y raíces. Representa los orígenes de cada persona, la vida que compartirán y el crecimiento de su relación. Sin duda un gesto cargado de simbolismo que, por novedoso que parezca, tiene carga histórica, pues en algunas zonas rurales de Alemania, Austria e incluso España, era habitual que los recién casados plantaran un árbol frutal o vid como símbolo de fertilidad y prosperidad. Hoy, la tradición se reinventa, convirtiéndose en un momento íntimo y emotivo que conecta a la pareja con la naturaleza y su compromiso.

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Cómo hacerlo propio

No hay reglas estrictas. Los novios pueden elegir la especie que más les guste y preparar el hoyo o maceta juntos. Muchos mezclan tierra de lugares significativos, como la ciudad natal de cada uno o el jardín familiar, para darle un toque aún más personal. Luego riegan la planta mientras pronuncian palabras, leen un texto especial o simplemente se miran a los ojos. Es un instante de calma en medio del ajetreo de la boda, que queda grabado para siempre.

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Además, el ritual se puede personalizar de muchas formas. Algunas parejas decoran la maceta con mensajes, iniciales o fechas; otras eligen especies que representen valores como paz, fertilidad o longevidad. Incluso las texturas importan: el tronco, la corteza o las hojas ofrecen un juego estético que se puede integrar en la decoración de la boda y en las fotos. El resultado es un gesto visualmente precioso, simbólico y con una historia detrás.

Un gesto sostenible y duradero

Además de emotivo, la ceremonia de plantación es respetuosa con el medio ambiente. A diferencia de otros rituales más efímeros, deja una huella viva: un árbol que crece junto a la pareja, que pueden cuidar durante años y que se convierte en un pequeño legado familiar. Algunos novios incluso acompañan el árbol con cápsulas del tiempo, cartas o pequeños recuerdos que planean abrir en aniversarios futuros.

No cabe duda de que es mucho más que un acto simbólico. Se trata de una experiencia viva que crece con la pareja, un guiño a la naturaleza y una forma de sellar el compromiso de manera auténtica.