Carolina Yuste atraviesa uno de los momentos más potentes de su carrera profesional. La actriz, nacida en Badajoz en 1991, ha sido reconocida este año con su segundo Premio Goya, en esta ocasión como Mejor Actriz Protagonista por su papel en 'La infiltrada', una película que ha generado un fuerte impacto social y crítico. Su interpretación como Aranzazu Berradre Marín, una agente infiltrada en la banda terrorista ETA, ha sido aplaudida tanto por el público como por la crítica especializada.
Ayer, Yuste acudió a la alfombra roja de los Premios Yo Dona Poder Femenino 2025, celebrados en Madrid, donde atendió en exclusiva a Divinity y fue distinguida con el galardón Premio Poder Femenino 2025.
Durante su paso por el evento, que rindió homenaje a mujeres influyentes y comprometidas con el cambio social, Carolina reflexionó sobre el papel que tiene el arte como motor de transformación. A lo largo de su carrera, ha apostado por proyectos que ponen el foco en narrativas femeninas, contribuyendo así a visibilizar realidades silenciadas.
Más allá de su compromiso artístico, Yuste compartió una mirada íntima sobre lo que le da fuerza en su día a día. Para ella, empoderarse significa también aceptar la posibilidad de equivocarse. En una sociedad que exige perfección, especialmente a las mujeres, reivindica el derecho a fallar como una forma de libertad personal.
Sobre el papel actual de las mujeres en la industria cinematográfica, la actriz reconoció que se han producido avances, pero insistió en que las estructuras de poder siguen favoreciendo a los hombres. Para ella, el cambio es real, pero aún insuficiente, y requiere una revisión profunda y sostenida en el tiempo.
Carolina también quiso hablar de las mujeres que la inspiran, más allá de los nombres mediáticos. En su caso, son sus amigas, compañeras y aquellas mujeres que cuidan, trabajan y resisten desde la sombra. Mujeres reales, fuertes y muchas veces invisibilizadas, que marcan su día a día.
En ese sentido, quiso dedicar el reconocimiento a su representante, a quien definió como una figura clave en su vida y en su forma de estar en el mundo. Una mujer que ha estado siempre en la sombra, pero que representa el ejemplo de tantas otras cuya influencia rara vez ocupa titulares. ¡Dale play al vídeo que encabeza este artículo y no te pierdas todo lo que nos contó!
Yuste también se refirió a una de las grandes barreras a las que se enfrentan muchas actrices: el paso del tiempo. Admitió que la industria castiga a las mujeres a partir de los 40, reduciendo sus oportunidades y visibilidad. Aunque reconoce que este pensamiento le ha afectado en algún momento, se niega a que eso condicione su camino. Asegura que una etapa de la vida no puede definir todo lo que viene después. ¡Dale play!
Con dos Premios Goya, una trayectoria sólida en teatro, cine y televisión, Carolina Yuste se consolida como una de las figuras imprescindibles del panorama audiovisual español. Su discurso, su forma de estar en el mundo y su manera de entender el arte confirman que el talento puede —y debe— ir de la mano del compromiso.