Las 7 mejores playas de la Costa Brava para darte un baño este verano

La Costa Brava es ideal para veranear por sus excelentes playas y estas son las que no te puedes perder para disfrutar de un buen baño
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La costa nacional es realmente un lujo para disfrutar de un buen baño, y algunas de las mejores playas se encuentran en la Costa Brava. Sin duda, el litoral gerundense es un destino que no puedes pasar por alto a la hora de planificar cualquier escapada este verano. Sus playas y calas son de gran belleza, con un mar cristalino pensado para el disfrute, repartidas desde la población de Blanes hasta Portbou, casi en la frontera con Francia.
Las hay familiares, para aventureros, nudistas, rodeadas de vegetación, en pueblos pesqueros… algunas calas se encuentran escondidas en pequeños acantilados y otras son de fácil acceso. Aquí tienes las mejores y cualquiera de ellas merece mucho la pena.
Playa Gran (Cadaqués)

A pesar de ser una de las playas más concurridas de Cadaqués, es una de las más bonitas. Tiene unos 200 metros de longitud y está ubicada en pleno casco urbano. Es de arena gruesa y piedras, con dos restaurantes a pie de playa, uno de ellos el clásico Maritim, un imprescindible de la Costa Brava. Si recorres su paseo marítimo, encontrarás la estatua de Salvador Dalí apoyado en su bastón.
Santa Cristina (Lloret de Mar)

Es una playa familiar, de las más populares de la Costa Brava, a los pies de la Ermita de Santa Cristina. De arena fina y aguas cristalinas poco profundas, está rodeada de un bellísimo entorno natural de pinos y rocas. Tiene unos 500 metros de longitud y no está masificada ni en los meses de verano. La playa está dividida en dos por una característica roca con una abertura que facilita el paso entre la playa de Santa Cristina y la Cala Treumal, una de las más bonitas de la zona.
Illa Roja (Begur)

La arena de color rojizo da el nombre a esta playa de apenas 100 metros de extensión. Se trata de una playa nudista, con poca gente y ambiente relajado. En mitad de la la cala hay una gran roca que solo hace que añadir belleza al paisaje. Está situada entre Begur y Pals, y para acceder a ella hay que tomar el Camino de Ronda de la Costa Brava, que recorre desde playa del Racó de Pals hasta la Cala Sa Riera de Begur. Uno de sus grandes atractivos es que la claridad de sus aguas hacen de esta cala perfecta un lugar perfecto para practicar snorkel o buceo.
Playa Es Castell (Palamós)

Se la considera la playa más virgen de la Costa Brava, gracias a la labor de los vecinos para defender la preservación de su entorno. Tiene más de 300 metros de arena fina y en su lado izquierdo se encuentran las ruinas del poblado ibérico de Castell, perfecto para visitar y disfrutar de un día de naturaleza e historia. Los pinos son una parte importante del paisaje, ya que se encuentra alejada del casco urbano. Sin embargo, cuenta con todo tipo de servicios, incluyendo accesibilidad para personas con movilidad reducida y una escuela de kayak.
Cala Sa Tuna (Begur)

Es una de las mejores calas de la Costa Brava, con aguas tranquilas y cristalinas que se encuentran protegidas de las olas por las rocas. Es de fácil acceso, con una longitud de 80 metros y todo tipo de servicios. Es un paraje salvaje que siempre sorprende y merece la pena descubrir. Además de estar en un entorno natural y ofrecer un baño relajado, quien va se enamora de las casas de pescadores que aún se conservan a un lado de la cala, con muros blancos y toques de color en los portales, como una imagen de postal.
Cala Estreta (Palamós)

El camino hasta llegar a esta cala se puede considerar un planazo. Puedes tardar unos 30 minutos andando desde la playa El Castell para descubrir, al final de un sendero de pinares, una de las calas más bellas y recónditas de toda la Costa Brava. De arena dorada, su extensión es de apenas 15 metros, y está divida en dos partes por un saliente de roca. En uno de los extremos se encuentra una antigua casa de pescador que fue recuperada por el ayuntamiento y que a día de hoy se puede alquilar para pasar el día.
Cala Pola (Tossa de Mar)

Esta bella cala se encuentra escondida en el interior de una pequeña bahía rocosa. Situada a unos 4 kilómetros de Tossa de Mar, tiene unos 80 metros de longitud, arena gruesa y no es de las más visitadas. Si te gusta alojarte en un camping, cerca tienes el Camping Pola. Aunque se puede llegar en coche o a pie, es habitual acceder a ella en barco. Cuenta con todo tipo de servicios, incluyendo un bar, y tiene un agua tan clara que es perfecta para bucear.