Carla Vigo conoció a su novio por una aplicación y no le importaría ser madre: "Mi tía Letizia aún no le conoce"

"Nos concimos por una aplicación y a las dos semanas estábamos viviendo juntos. Fue un flechazo". Así de emocionada ha hablado Carla Vigo de su relación con Álvaro Uceda, al que esta semana presenta en una entrevista para la revista Lecturas. La hija de Érika Ortiz vive actualmente en casa de la madre de su novio, con su pareja, y asegura que todo ha sido "muy natural". La que por el momento no conoce a su novio es su tía, la reina Letizia, a la que tiene claro que se lo presentará pero no sabe cuando.

Se conocieron por una aplicación y, aunque le da un poco de verguenza contarlo, no tiene problema en reconocer que quiere casarse con él enfrente de la Alhambra y ser madre: "Aún no, aunque si surge no me importaría". Álvaro no sabía quién era Carla cuando empezó a hablar con ella. "Me preguntó que por qué tenía tantos seguidores y le dije que lo buscase en internet", recuerda la sobrina de la reina.

Lleva años luchando por ser actriz, a pesar de que en muchas ocasiones no se lo pongan nada fácil. Ser sobrina de la reina la ha puesto en contra de todos aquellos que piensan que tiene "enchufe". Rafael Amargo ha querido darle su primera oportunidad encima de un escenario y el día de su debut no pudo evitar recordar a su madre, que también trabajaba en el teatro: "Creo que estaría muy orgullosa. También tengo muy presente a mi abuela Menchu - que realmente es su bisabuela -. Le escribí un Whatsapp diciéndole: 'Aunque no lo sepas, ya he conseguido ser actriz'".

Carla Vigo recordó la muerte de su madre a raíz del suicido de Verónica Forqué, unos días duros para ella a los que se sumaron los comentarios de la gente, que le pedían que hablase de aquello. "Entendí mucho a la hija de Verónica Forqué, aunque a mí me pasó todo siendo tan pequeña que no me enteré mucho", ha dicho ahora la actriz. La sobrina de la reina recuerda que sus familiares le contaron que su madre había muerto cuando tenía unos 12 años y estaba en casa, aunque también tuvo que enfrentarse a leerlo por la calle.