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Llevar vestido es posible los 365 días del año, te lo aseguramos. Aunque es cierto que en los meses de invierno pueden resultar menos apetecibles a causa de las bajas temperaturas. La clave para no prescindir de ellos está en la elección del corte y el tejido, y en la combinación de prendas.
Sabemos que, en muchas ocasiones, las propuestas de looks que vemos a través de las redes se alejan de nuestra realidad: vestidos con tacones y sin medias en mitad de la nieve, o vestidos lenceros sin abrigo con botas tipo UGG no son, en principio, combinaciones que puedan ayudarnos a la hora de buscar ideas para lucir nuestros vestidos en invierno.
Pero hay mucho más allá donde mirar y encontrar inspiración. De hecho, hay todo tipo de trucos que las expertas en moda manejan a la perfección y que les permiten llevar vestidos haga el frío que haga. Y esos trucos son, precisamente, los que te contamos a continuación.
Es evidente que, a más centímetros de tela, más partes del cuerpo abrigadas. LLevar vestidos largos en invierno es de lo más favorecedor, por lo que lucirlos no es solo una cuestión de ir abrigadas, sino también de estilo. Por muy fino que sea, siempre llevaremos las piernas más calentitas si están cubiertas por un tejido, del tipo que sea. Y lo mismo podemos decir de las mangas. Hay formas para cubrirlas, cierto, pero si el vestido ya hace una primera capa de por sí, eso que ganaremos en comodidad.
O lo que es lo mismo, a la superposición de capas. El vestido, cuando jugamos a combinarlos con diferentes prendas, sigue siendo una parte fundamental del look y, por lo general, se convierte en la prenda principal, ayudado por otras que lo realzan. Añadir vaqueros, mallas de ciclista por debajo, o jerséis de cuello vuelto por encima, no son solo soluciones para no pasar frío, sino tendencias de los más cool que van a favor de tu comodidad.
Cuando llevas un vestido para acudir a un evento en el que sabes que la temperatura de la sala no te va a hacer pasar frío, la atención debes ponerla entonces en la ropa de abrigo que lleves hasta llegar allí. Un buen abrigo, que sepas que es lo suficientemente calentito, puede ser todo lo que necesitas. De lana, de pelo, o los plumíferos de moda, son excelentes opciones. ¡Y que sea largo!
La sensatez y el estilo se dan la mano en los vestidos confeccionados con tejidos calentitos como el punto, la pana o el terciopelo. Están de moda, sientan de escándalo y ¡sorpresa! no nos hacen pasar frío. Así que si te gusta llevar vestidos en tu día a día durante el invierno, elige aquellos que te lo van a poner fácil a la hora de vestirte y con los que, además, irás estupenda.
La ropa térmica ya no es solo interior. Los nuevos diseños y colores que te ofrecen diferentes marcas nos permiten incluirlas a nuestro favor en looks ideales. Utiliza tus vestidos ligeros de primavera-verano con una camiseta térmica de cuello vuelto debajo, o lleva un vestido mini con unas medias térmicas que te abriguen mejor que cualquier pantalón. Si descubres la versatilidad de estas prendas y todas las opciones que hay, te harás adicta a ellas en los meses de frío.