Joaquín Sabina habla como nunca de su mujer, Jimena: "He encontrado otra felicidad que no había conocido"

Joaquín Sabina está disfrutando de unas semanas de descanso. El artista volverá en septiembre a los escenarios con su gira de despedida, 'Hola y adiós', pero durante este mes de agosto ha preferido recargar pilas. Lo hace junto a su mujer, Jimena Coronado, una fotógrafa peruana con la que inició una relación en 1999 y con la que contrajo matrimonio en 2020.

La pareja lleva una vida tranquila en su dúplex de Tirso de Molina. Jimena se ha convertido en una especie de ángel de la guarda del cantautor. "Ha estado conmigo en las buenas y en las malas", ha dicho Sabina en alguna ocasión. Ella ha estado a su lado cuando tuvo un ictus, cuando sufrió una caída durante un concierto que le llevó a cuidados intensivos por un hematoma intracraneal, en sus depresiones... Jimena ha sido y es su amor, su apoyo, su cuidadora, su refugio... Ella es uno de sus grandes pilares y así lo reconoció Sabina hace unas semanas en una sincera entrevista que concedió a la revista 'Esquire'. Una entrevista en la que habló como nunca de "La Jime".

Jimena le cambió (y le salvó) la vida

Se conocieron en Perú en 1994 cuando ella se las ingenió para hacerle un reportaje. Quedaron. Él llegó tarde y ella tuvo que hacerse la encontradiza. Sin embargo, congeniaron, pero tenían pareja por lo que entonces sus encuentros fueron algo simplemente esporádico. "Le convencí de que poner cuernos no estaba tan mal", comentó hace algún tiempo el artista, sobre los comienzos de su historia de amor. Una historia que dio un giro en 1999 cuando ella le escribió una carta en la que le confesaba que ya no tenía novio.

A partir de ahí se hicieron inseparables. Ella se instaló en Madrid y comenzó una relación que dura ya casi tres décadas. "He encontrado otra felicidad que no había conocido ni disfrutado, que es la del amor verdadero. Nunca imaginé que iba a poder vivir con alguien 30 años y al hablar de ella no ponerle ni el más mínimo pero", dijo Sabina en la citada entrevista.

El cantante reconoce que su mujer tuvo mucho que ver con cambio vital y que, después de tres décadas, solo quiere estar donde esté ella. Jimena es hogar. "Llevo 30 años con la Jime y ella tiene mucho que ver en mi cambio de vida. Hace tiempo que no quiero ir a ningún sitio donde no esté ella. Y eso que no se sabe y no se dice y está bien que no se sepa y no se diga, fue muy importante. Cumplí 50, tuve el ictus y me puse a vivir con la Jime hasta hoy".

Jimena es una pieza fundamental en su vida. "Creo que me salvó la vida. Ahora llevo una vida menos desmadrada", reconocía el intérprete de '19 días y 500 noches", que ahora ya no escribe en los bares, como hacía antes de que Jimena entrara en su vida. "Ahora soy un pequeño burgués civilizado con una vida doméstica absoluta que no me ha inspirado ni un verso de canción", comentaba hace algunos años en una entrevista con Pablo Motos.

No puede actuar si Jimena no está con él

Han pasado tres décadas desde que se conocieron y Joaquín Sabina y Jimena Coronado siguen siendo inseparables. La fotógrafa le acompaña en todas sus giras. De hecho, él reconoce que, cuando entre ellos hay problemas, no puede subir al escenario si ella no está. Su presencia es imprescindible. "Cuando peleamos, que también sucede, yo no puedo dar un concierto si no viene".

Su boda secreta en plena pandemia

El 29 de junio de 2020, en plena pandemia, la pareja decidió dar un paso importante en su relación. Llevaban más de dos décadas de sólida y discreta relación y decidieron darse el 'sí, quiero' en secreto en una ceremonia civil en Madrid.

Una boda que para Joaquín Sabina fue un acto de justicia con la mujer que siempre ha estado a su lado, en lo bueno y en lo malo. "En todas mis idas y venidas a los hospitales, incluida la última, siempre he pensado que si me pasa algo, quiero que tenga papeles que le den todo tipo de derechos", comentó Sabina en la citada entrevista.