Kiko Rivera e Irene Rosales se reencuentran tras su divorcio por un importante motivo: las fotos
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El pasado 27 de septiembre, la revista 'Semana' anunciaba la ruptura de Kiko Rivera e Irene Rosales. La pareja no tardaba en confirmar la noticia y pedía respeto para ellos y sus hijas, que son su máxima prioridad. No obstante, aunque ambos prefieren llevar este duro proceso en la más estricta intimidad, su separación les ha colocado nuevamente en el punto de mira y en las últimas semanas no han cesado las informaciones en torno a los motivos que les habrían llevado a tomar esta decisión después de 11 años de relación, 9 de ellos de matrimonio, y dos hijas en común, Ana, de 9 años, y Carlota, de 7.
A lo largo de estas semanas, la pareja se ha mostrado firme en su compromiso como familia y han dejado claro que aunque ya no son pareja, el vínculo entre ellos se mantiene fuerte. Todas sus declaraciones han ido en este sentido y ambos, aunque muy afectados por todo lo que está ocurriendo, tratan de seguir adelante con la mayor normalidad posible, especialmente por sus dos hijas, que se han quedado con Irene en la casa familiar. Una casa que Kiko abandonó horas antes de que se anunciara la ruptura. Desde entonces no habíamos visto juntos a Kiko e Irene hasta ahora. En las últimas horas la pareja ha protagonizado un reencuentro por sus hijas
Kiko Rivera e Irene Rosales, juntos por sus hijas
Esta semana, los niños españoles se han convertido en los protagonistas por la vuelta al cole. Millones de escolares han regresado a las aulas estos días y han sido muchos los padres que han querido acompañar a sus pequeños en esta esperada vuelta. Eso es precisamente lo que han hecho Kiko Rivera e Irene Rosales, que han mostrado que Ana y Carlota son lo más importante para ambos.
En las últimas horas, Kiko Rivera se ha trasladado al domicilio familiar en Castilleja de la Cuesta, en Sevilla para recoger a sus hijas e Irene. El exmatrimonio ha abandonado la casa en el mismo vehículo y han puesto rumbo al colegio en el que estudian sus dos hijas, a las que han querido acompañar en este comienzo de curso.
Ambos con gafas de sol han tratado de pasar lo más desapercibidos posible y no han querido hacer declaraciones a la prensa, que se ha mostrado muy prudente y respetuosa puesto que la pareja iba acompañada por las menores. Kiko andaba unos pasos por delante de Irene, que llevaba de la mano a Ana, que este año empieza quinto de primaria e iba con su uniforme y una bolsa de tela con el material necesario para estos primeros días de clase.
En otra de las instantáneas, vemos a la pareja con la menor de sus hijas, Carlota, que este año cursará segundo de primaria. En su caso, la pequeña no lleva uniforme y también de la mano de su madre mientras que Kiko se ha situado al otro lado de la menor.
Kiko Rivera e Irene Rosales, juntos y relajados
Tras dejar a Ana y Carlota, Kiko Rivera e Irene Rosales han abandonado juntos las instalaciones del colegio. La pareja se ha mostrado muy relajada y tranquila pese a la presencia de los fotógrafos, que han captado todos los detalles de este reencuentro.
Kiko e Irene han caminado uno junto al otro y han dado una imagen de normalidad a la nueva situación que están viviendo. El respeto y el cariño imperan entre el exmatrimonio, que durante el trayecto de vuelta a casa ha mantenido una conversación de lo más cordial, mostrando así que su intención es que su relación no se vea enturbiada por la complicada situación que están viviendo y que sus hijas no se vean afectadas por su divorcio.