El ajetreado día del presidente papá

Esther L. Calderón 20/10/2011 14:00

Carla y Nicolas se despiertan el miércoles 19 de octubre con contracciones. Es el día. Los ginecólogos de 'La Muette', la exclusiva clínica parisina donde dan a luz actrices y modelos, les esperan desde el 3 de octubre, siempre según su parlanchín suegro. Es una jornada complicada para el padre de la criatura, uno de los pocas personas en el mundo que sabe desde hace meses que será niña, ya que tiene reuniones importantes en Fráncfort con gente muy importante. No puede faltar. Si quiere seguir teniendo opciones a la presidencia de Francia otra legislatura más, no puede faltar. Decide perderse el parto de su niña en París. Así es la cronología de un presidente a punto de ser padre por cuarta vez.

Carla comienza a tener contracciones recurrentes y acude junto a Sarko a la clínica La Muette, cercana al domicilio de Bruni, donde han dado a luz otras mujeres conocidas del mundo de la política y el cine, como la exministra de Justicia Rachida Dati y la actriz Charlotte Gainsbourg. El suegro de Bruni, Pal Sarkozy, se había ido de la lengua semanas antes al adelantar que salía de cuentas el 3 de octubre, así que los periodistas de guardia dan la voz de alarma.

Se crea un perímetro de seguridad alrededor del centro, que queda sellado a unos 200 metros. Según la televisión BFMTV, incluso se desaloja toda una planta para que nadie pueda molestar a la pareja presidencial, marido y mujer desde su discreta ceremonia en el Elíseo en febrero de 2008. Decenas de policías, algunos de paisanos, vigilan la “privacidad absoluta” del momento.

El inminente padre sale de la clínica para presidir el Consejo de Ministros de las diez.

A juzgar por la frecuencia de las contracciones, parece que el parto tardará en producirse. Decenas de fotógrafos quedan apostados sin noticias alrededor de la clínica. La expectación mediática es máxima. Aún no hay ninguna instantánea de los protagonistas.

Sarkozy vuelve a La Muette para visitar a su esposa poco menos de una hora. Hay foto. Al igual que lo hizo en 2001 con su hijo Aurélien, fruto de su relación con el filósofo Raphaël Enthoven, Carla confía su parto al ginecólogo Bernard Fonty. Según fuentes cercanas, ha querido evitar el parto provocado.

Sarko sale rápidamente hacia el aeropuerto, destino Fráncfort. Debe reunirse allí con la canciller alemana, Angela Merkel, y con el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, para preparar la crucial cumbre del domingo en Bruselas sobre la crisis de la deuda.

Carla Bruni da a luz a su segundo hijo, primera niña del clan Sarkozy. Algunos medios le ponen de nombre Dalia, pero no hay confirmación oficial. Sarkozy está en esos momentos con Merkel, una de las mujeres que más frecuenta últimamente.

El padre de la nueva criatura sigue reunido. No puede eludir un 'marrón' así, crucial para el devenir europeo. Sus encuestan no se lo perdonarían: tiene la popularidad por los suelos a seis meses de las presidenciales y no parece querer que su imagen se resienta aún más, como ya sucedió al comienzo de su noviazgo con la ex modelo.

El padre, feliz con la noticia de tener por fin una niña en el clan tras tres varones de dos ex mujeres, sale pitando de Fráncfort hacia París en cuanto puede. El avión oficial espera. El resto de los mandatarios siguen en la ciudad Alemana, pero se dirigen a sus hoteles. No habrá más reuniones hasta el día siguiente.

Sarko se reúne con su esposa y conoce por fin a su hija. No se queda mucho con ellas, pero a la mañana siguiente volverá a verlas bien temprano antes de dirigirse al oeste de Francia. Tiene una visita programada desde hace meses a la fábrica de reciclaje de Laval. Allí ha recibido (ya este jueves, 20 de octubre) uno de sus primeros regalos por su paternidad: un árbol para que plante en el Elíseo por su niña.