Coxartrosis, la enfermedad degenerativa que sufre Ezequiel Garay y que le ha obligado a retirarse del fútbol

  • Ezequiel Garay anunciaba su retirada como jugador de fútbol profesional la pasada semana

  • El argentino desvelaba que lleva tres años intentando poner solución a una artrosis de cadera que le produce fuertes dolores

  • Tamara Gorro, su mujer, se ha convertido en su gran apoyo tras tener que colgar las botas a causa de esta enfermedad degenerativa

Ezequiel Garay cuelga las botas. El marido de Tamara Gorro lo anunciaba la pasada semana mediante un comunicado en el que desvelaba los motivos por los que pone punto y final a su trayectoria como jugador de fútbol profesional. El defensa, que estaba “convencido” de que este adiós llegaría mucho más tarde, se ha visto empujado a tomar esta complicada decisión después de tres años “en silencio” luchando e intentando, junto a su equipo médico, “poner solución a un problema” que ahora ha hecho público: el argentino padece artrosis de cadera derivada de “una alteración del cartílago por constitución desde nacimiento” que se ha sobrecargado “por la práctica de actividad de impacto”

Esta enfermedad degenerativa llamada ‘coxartrosis’ produce el desgaste del cartílago que hay en los huesos que forman la articulación de la misma causando que se vuelva rígida y se inflame. El síntoma principal es un intenso dolor que suele localizarse en la zona de la ingle, aunque, en ocasiones, las molestias bajan por la cara anterior del muslo y pueden irradiarse hasta la rodilla. En la actualidad no existe tratamiento alguno que pueda curar esta dolencia, pero sí se pueden aliviar los síntomas, retardar su evolución y mejorar la calidad de vida gracias a medidas físicas, fármacos y cirugías.

Garay, en su caso, sufría “dolores fortísimos que le impedían incluso caminar”, llegando a someterse a “reiteradas infiltraciones” para poder competir al máximo nivel. “Solo tenía un único objetivo: disfrutar de mi pasión, rivalizar y entregar alegría a toda una afición”, se lamentaba que sus esfuerzos cayeran finalmente en saco roto. En febrero de 2020, a esta enfermedad se le unía una grave lesión ligamentosa en su rodilla derecha de la que se fue recuperando hasta el punto de negociar con varios equipos su regreso a los estadios, pero no quiso comprometerse porque “estaría engañando al club, a los aficionados y a mí mismo”, ya que no podría jugar “dos de cada tres partidos” por este problema crónico.

Tamara Gorro, el gran apoyo de Garay tras su retirada por esta enfermedad

Tamara, su “fan número uno”, consciente de lo que ha peleado su marido para que este cuadro médico no le impidiera disfrutar de su gran pasión, que es el fútbol, calificaba su retirada como “injusta y dolorosa”. “Es difícil resumir tantos años de carrera en una sola palabra, pero en tu caso es fácil: ADMIRABLE”, ensalzaba sus logros adjuntando una grabación en la que se recopilaban algunos de sus hitos como jugador de fútbol mientras repasaba en un texto su amplio palmarés. “Y todo esto sin imaginarlo, solo soñando… porque hasta ayer seguías en ese sueño y sé que no te hubiese gustado despertar”, lamentaba esta forzada despedida.