Qué se debe evitar en el maquillaje de piel madura: 9 errores comunes

Las técnicas y productos que se utilizan en el maquillaje de las pieles jóvenes pueden acentuar arrugas, resecar aún más la piel o crear un efecto poco natural
'Microblading', la técnica de cejas que ha cambiado la mirada de Helen Mirren, explicada por una experta
Con el paso del tiempo, se van adquiriendo una serie de características propias de las pieles maduras como la pérdida de elasticidad, la aparición de líneas de expresión, la sequedad y una disminución natural de luminosidad. Todo esto hace que el maquillaje, lejos de ser solo un recurso estético, se convierta en una herramienta fundamental para potenciar la belleza natural y mejorar la apariencia del rostro.
Sin embargo, no todos los maquillajes son iguales ni funcionan de la misma manera en las pieles maduras. Las técnicas y productos que se utilizan en pieles jóvenes pueden acentuar arrugas, resecar aún más la piel o crear un efecto poco natural. Además, el desconocimiento de las particularidades de la piel madura puede llevar a cometer errores frecuentes que suman años en lugar de restarlos.
En este contexto, entender cuáles son los errores más comunes en el maquillaje de piel madura y aprender a evitarlos es clave para conseguir un acabado favorecedor, fresco y luminoso, que potencie la belleza en cada etapa de la vida. Esto no significa que el maquillaje en pieles maduras tenga que ser restrictivo, pero lo cierto es que requiere mayor precisión y conocimiento y la clave está en elegir productos adecuados, priorizar la hidratación, trabajar con texturas ligeras y buscar siempre la naturalidad.
Repasamos los errores de maquillaje más comunes en pieles maduras y cómo corregirlos para conseguir un acabado favorecedor, natural y rejuvenecedor.
Elegir una base de maquillaje inadecuada

La base es uno de los pilares fundamentales del maquillaje y en pieles maduras su elección debe ser especialmente cuidadosa. Un error frecuente es optar por un tono demasiado oscuro, le ha ocurrido a Jennifer Aniston, que apaga la piel y marca las arrugas, o demasiado claro, que aporta a la piel un tono cenizo y enfermizo. Lo ideal es encontrar un tono exacto o ligeramente cálido, que de vida al rostro.
La textura también es clave, porque las bases demasiado cubrientes tienden a acumularse en las líneas de expresión, generando un efecto máscara antinatural, por el contrario, las fórmulas ligeras, hidratantes y luminosas unifican el tono sin saturar la piel, ofreciendo un acabado fresco y jugoso.
Lo ideal es aplicar la base con una brocha o una esponja húmeda para fundirla mejor con la piel y evitar las zonas con líneas marcadas, como el contorno de ojos o los pliegues nasolabiales.
Descuidar la preparación de la piel

Antes de aplicar cualquier producto, es imprescindible preparar bien la piel y en el caso de las pieles maduras la hidratación es aún más importante para lograr un acabado uniforme y luminoso. Saltarse este paso puede provocar que el maquillaje se cuartee o se asiente en las arrugas.
Antes de usar la base se debe utilizar una crema hidratante rica en ingredientes humectantes, como el ácido hialurónico, y esperar unos minutos antes de maquillarse. También se puede aplicar un primer específico para piel madura que alise la textura y prolongue la duración del maquillaje.
Labiales oscuros o mal definidos

Los tonos oscuros pueden ser elegantes y sofisticados, pero tienden a endurecer las facciones, especialmente si el contorno de los labios ha perdido definición con el paso del tiempo. Además, si no se utiliza perfilador el color puede desplazarse por las líneas de expresión como le ha sucedido a Helen Mirren, provocando que el acabado resulte descuidado. Otro error común es perfilar los labios con un tono más oscuro que la barra, una técnica que está muy de moda, pero que envejece y resta naturalidad.
Lo más acertado es apostar por tonos más suaves y luminosos como los rosados, melocotones o nude y perfilar los labios con un delineador del mismo tono que el labial para evitar que el color se desplace. Añadir un toque de brillo o un acabado satinado también aporta un aspecto más fresco y juvenil.
Aplicar máscara en las pestañas inferiores

Aunque la máscara de pestañas es un excelente recurso para abrir la mirada, su uso en las pestañas inferiores puede jugar en contra. Aplicarla en exceso genera sombras que simulan ojeras o arrugas, un efecto que endurece la expresión.
La mejor alternativa es enfocarse en las pestañas superiores, rizándolas antes de aplicar el producto para abrir visualmente el ojo y darle un aspecto más despierto y rejuvenecido. Si se desea definir ligeramente las inferiores, hay que hacerlo con una sola capa muy ligera y con cepillo fino.
Cejas demasiado finas o sin definir

Las cejas enmarcan el rostro y tienen un impacto directo en los rasgos y la expresión de la cara, pero cuando las cejas son finas, como las lleva Pamela Anderson, si se depilan en exceso o sin forma definida, pueden hacer que el rostro luzca envejecido y desdibujado. Unas cejas más densas y bien peinadas aportan estructura y juventud.
Para evitar las cejas muy finas o con falta de definición, basta rellenarlas suavemente con lápiz o sombra en un tono natural, respetando su forma original y evitando crear un diseño artificial.
Exceso de eyeliner o uso inadecuado

Delinear todo el contorno del ojo con lápiz negro es uno de los errores más comunes y que más envejece. Esta técnica no solo endurece la mirada, sino que hace el ojo más pequeño y resalta arrugas o bolsas en la zona inferior.
Para evitar este error hay que aplicar el eyeliner solo en el párpado superior y difuminarlo suavemente. También es recomendable evitar el negro intenso y apostar por tonos más suaves como marrón, el gris o el topo. Para abrir la mirada, se puede aplicar además un lápiz beige o blanco en la línea de agua inferior.
Sombras brillantes o muy oscuras

En pieles maduras las sombras con acabado metálico o glitter, la que que lleva Jennifer Lopez, tienden a acumularse en los pliegues del párpado marcando las líneas de expresión, en cuanto a los tonos muy oscuros, también contribuyen a endurecer la mirada.
La alternativa es usar tonos mate o satinados en colores neutros como el beige, el marrón claro o en un tono rosado suave, que aporten definición, pero sin acentuar las arrugas. Un toque de luz en el lagrimal o bajo el arco de la ceja bastan para dar frescura al ojo.
Exceso o mal uso del colorete

El colorete es un elemento fundamental para devolver vida al rostro pero su uso incorrecto, tanto por la elección del color, como por la técnica utilizada, puede sumar años. Aplicarlo demasiado abajo o en tonos oscuros puede hacer que la cara se vea descolgada.
Lo ideal es usar el colorete en la parte alta de las mejillas, en tonos rosados o melocotón suaves y difuminarlo hacia las sienes para un efecto lifting natural.
Iluminador en zonas equivocadas

El iluminador puede dar un efecto 'glow' muy favorecedor, pero si se aplica en exceso, en un tono inadecuado o sobre las líneas de expresión, puede acentuar arrugas en lugar de disimularlas.
La técnica correcta es aplicarlo solo en puntos estratégicos como la parte alta del pómulo, el lagrimal o el arco de cupido y evita su uso en zonas con textura o arrugas marcadas.
