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Rey Juan Carlos

50 años de la proclamación de Juan Carlos I como rey: momentos para recordar y otros que mejor olvidar

El 22 de noviembre de 1975, España volvía a convertirse en la monarquía parlamentaria que es hoy en día. Dos días después de la muerte de Franco, Juan Carlos I fue proclamado monarca en el Congreso de los Diputados. Tenía 37 años y estaría en el trono hasta los 76. Repasamos las luces y sombras de su reinado… en clave Divinity.

Juan Carlos y la Reina SofíaCasa Real
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Para recordar: la hermosa familia de la época

Don Juan Carlos y doña Sofía ascendieron al trono al frente de un país emergente y con una familia modélica. Juan Carlos se afianzó como ejecutor de la Transición y garante de la democracia en el 23-F. Por su parte, doña Sofía se ganó el corazón de los españoles con su cercanía y su profesionalidad. Don Felipe, que tenía entonces 7 años, era el mimado de la familia y ejercía como heredero de la Corona. Elena y Cristina, por su parte, eran dos niñas encantadoras.

Para olvidar: el affair con Bárbara Rey

Fue en los primeros años de la democracia cuando el rey cayó rendido a los encantos de Bárbara Rey, siempre según el testimonio de la vedette. "Yo al rey lo conocí en el año 1977", explicó en el programa de Risto Mejide en Cuatro Viajando con Chester. "Se han contado muchas cosas de que me lo presentaron, pero no. Es algo de lo que no he hablado nunca, pero fue él quien me localizó y me llamó. Yo no estaba, estaba trabajando, y llamó por teléfono a mi casa", aseguró. Bárbara contó que el rey emérito "se lo trabajó" para conseguir una cita con ella: "Me hizo muchas llamadas y yo no sabía qué hacer porque era algo difícil".

Para recordar: los Juegos Olímpicos del 92

Pasaban cuatro minutos de las ocho de la tarde del 25 de julio de 1992 cuando los reyes ocuparon sus puestos de honor en el palco de autoridades durante la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Los monarcas disfrutaron de lo lindo del acto y, en el imaginario colectivo, permanecen intactas las imágenes tan icónicas de aquel día para la historia.

Para olvidar: las visitas de Lady Di

Diana le contó a su biógrafo Andrew Morton lo mal que lo pasaba la princesa de Gales cuando venía a pasar sus veranos con la familia de don Juan Carlos. Su matrimonio era un infierno y su salud mental estaba muy deteriorada. "El primer viaje a Mallorca lo pasé entero con la cabeza en el váter. Lo detesté", contó Diana a su biógrafo. Las estancias en Mallorca, lejos de unir al matrimonio británico, los separaban aún más y eran un trago amargo para sus anfitriones. "Diana era fría, taciturna, distante, excepto en presencia de los paparazzi", recuerda ahora el emérito.

Para recordar: su magnífico porte veraniego

En sus primeros años de reinado, el rey Juan Carlos era un monarca de indudable atractivo. Sus fotografías en el náutico de Palma con pantalones vaqueros y camiseta de manga corta con el logo de Fortuna, el mítico barco de recreo de la familia real, eran una delicia. Incluso el cigarrillo en la boca le daba un punto de chico duro.

Para olvidar: sus fotos desnudo

En el verano de 1989, Antonio Montero realizó uno de los reportajes fotográficos más polémicos de su vida: pilló al monarca tomando el sol a bordo del Fortuna, el yate real, totalmente desnudo. Aquellas fotos se tasaron en un millón de dólares de la época, pero nunca se publicaron. El propio Juan Carlos advirtió en el club náutico a la prensa acreditada: "Si queréis guerra, la vais a tener".

Para recordar: momentos entrañables con sus nietas

Aunque el emérito lamenta no tener más trato con sus nietas Leonor y Sofía, son muchos los momentos entrañables que el archivo nos muestra junto a ellas. Con motivo de la renovación de la web de la Casa Real en 2012, Juan Carlos posó con su hijo —entonces príncipe Felipe— y su nieta en una imagen que simbolizó la continua renovación de la institución.

Para olvidar: el elefantazo de Botsuana

Aquel mismo año, el rey emérito precipitó el final de su reinado con la inoportuna caída en Botsuana que destapó sus viajes de placer junto a Corinna Larsen. El fatídico acontecimiento marcó el principio del fin de su prestigio político y social. En un gesto sin precedentes, don Juan Carlos pidió perdón ante las cámaras de televisión: "Lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir", fueron sus históricas palabras.

Para recordar: la boda de Felipe y Letizia

En 2004, el rey ejerció de anfitrión en la boda que unió a Felipe con doña Letizia. El matrimonio, moderno y actual, ha preservado la institución primero como herederos y posteriormente como monarcas. El ejemplo de trabajo de don Juan Carlos ha sido clave para mantener este legado.

Para olvidar: Urdangarin y Marichalar

Mientras la pareja de su hijo ha apuntalado la institución que representó, los maridos de sus hijas mayores provocaron todo lo contrario. Las circunstancias que rodearon el accidente cerebrovascular de Jaime de Marichalar y los tejemanejes financieros de Iñaki Urdangarín —que lo llevaron a la cárcel— son dos puntos negros, negrísimos, de su reinado.